Para mantener el jardín ordenado, lo más útil es una caseta. En ella podrás guardar las herramientas, maquinaria y fitosanitarios que utilizas para el cuidado de tus plantas sin que los niños puedan acceder a ellos. Además, será útil para mantener recogidos otros artilugios como la barbacoa portátil o los juegos de verano de los niños como las piscinas hinchables y flotadores.
Antes de decantarte por unas determinadas dimensiones, piensa en el uso que le quieres dar a la caseta, y en lo que quieres y necesitas guardar en la caseta. Si la utilizarás como espacio de almacenaje para muebles de exterior voluminosos, para pequeños vehículos como motos o bicis o como un espacio anexo de ocio para los niños o taller de bricolaje.
Las de mayor tamaño pueden servirte como anexo a la vivienda para tener tu pequeño taller, como trastero o incluso como cuarto de invitados. A la hora de elegirá, ten en cuenta tres claves: tamaño, material y suelo del que dispones.
Las casetas de jardín pueden ser de metal, madera o resina, otro aspecto que tienes que tener en consideración según el uso que quieras darle. Las de metal son más ligeras y resistentes a golpes y corrosión. Perfectas para guardar herramientas. Las de madera, son unas auténticas multiuso. Como espacio de ocio o como almacenaje, serán perfectas. Eso sí, son más pesadas.
Las casetas de madera y resina tienen suelo, mientras que las de metal no. Piensa en si este es un aspecto importante en el uso que le quieras dar.