Cuando Eva, la interiorista tras El Ático de Daniela, fue contactada por la propietaria de esta vivienda con una terraza de más de 70 m2 a las afueras de Barcelona, no tuvo más remedio que esperar casi un mes para poder conocerla en persona. ¿El problema? El estado de alarma le impedía salir de la ciudad.
Sin embargo, la espera mereció la pena, ya que la terraza se encontraba en una azotea completamente abierta, bañada en sol y enmarcada por la montaña, con el mar Mediterráneo de fondo. ¡Qué belleza y cuántas posibilidades!
La tonalidad intensamente turquesa del mar Mediterráneo aportaba alegría, vitalidad y ganas de volver a celebrar y compartir el ahora. Así que... ¿por qué no convertirlo en el color protagonista del proyecto de decoración?
Las alfombras con aspecto de sisal, procedentes de Alfombras KP, y las cabezas de esparto que sirven de perchas para las toallas, adquiridas en Mimbre & Co., aportaron la dosis de fibras naturales. Las damajuanas de cristal de Foimpex, y los sofás, hamacas y sillas de Majestic Garden, completaron la decoración.
Por último, se instaló una celosía de madera hecha a medida para ofrecer intimidad al ambiente chill out.
La teca maciza de la mesa de comedor, hace el tándem perfecto con las baldosas hidráulicas que decoran la parte superior, de PLM Design.
Tampoco faltan las icónicas sillas Acapulco de Vackart en color azul, a juego con el resto de la decoración.
ANTES DE LA REFORMA: UNA AZOTEA DESIERTA
PLANO DE LA DISTRIBUCIÓN
Proyecto e información: Cortesía de El Ático de Daniela.