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Una cristalera es una magnífica oportunidad para disfrutar de esa sensación de perspectiva que prolonga la casa hacia los espacios abiertos. Con un cerramiento adecuado, el salón se funde con el jardín o la terraza en busca de amplitud, aire fresco y la brillante luz del verano.
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Juega con los contrastes en el salón
Por lo general, el cerramiento se suele realizar en el mismo acabado de la pared para que quede mejor integrado. Sin embargo, en este caso había tantos focos de atención -el techo abuhardillado, la chimenea, incluso la mesa de centro realizada con un palé-que se optó por un cerramiento con perfiles oscuros. Sólo así se consiguió que ocupara un lugar importante como elemento arquitectónico y que, de paso, marcara un corte horizontal que compensa la irregularidad del salón y equilibra el espacio. Chaise-longue, de El Globo Muebles. La lámpara de techo es de Gunni&Trentino.
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Salones con pilares y retranqueos
No siempre se dispone de una pared despejada de obstáculos. Pilares constructivos y bajantes se pueden salvar con dos cerramientos simétricos, con perfiles en el mismo acabado y estores idénticos que potencien la sensación de continuidad. Mesa de comedor, sillas y alfombra, de Chalet Novaforma. Sofá, de Galerías del Tresillo.
Si la sustitución de las puertas no es posible, una solución es alternar una hoja exterior nueva -con rotura de puente térmico y doble acristalamiento para garantizar su estanqueidad- con una contraventana interior de madera.
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Viste el salón con estores
Los estores enrollables son una excelente opción para vestir un cerramiento de pared a pared. Cuando se elevan, se mantienen fijos en un espacio mínimo junto al techo, de manera que el paso del salón hacia la terraza queda despejado por completo. Muebles de exterior, de Cado. La mesa de centro es un diseño de Inma Barata. Sillas, de Pilma.
El encanto de esta puerta radica en los cuarterones de madera lacada en blanco. Su diseño, al más puro estilo british, es un recurso decorativo perfecto para anunciar el paso del salón al jardín. Lámpara, de Ikea. Caídas, de KA International.
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Instala en el salón una puerta corredera segura
Los cerramientos acristalados de grandes dimensiones requieren un sistema de apertura resistente. Las guías deben soportar el considerable peso de las puertas, mientras que los raíles han de facilitar el deslizamiento de las hojas sin riesgo de desgastes. Butaca y reposapiés, de la colección Maia, diseñada por Patricia Urquiola para Kettal. Sofá, de Forma Mobiliario.
La combinación de estores y cortinas permite resolver un problema habitual: el que se plantea cuando, a ambos lados del cerramiento, parte de la pared queda desnuda. Las caídas de las cortinas en los laterales de las puertas acristaladas unifican todo el frente, que con este recurso, parece más ancho de lo que es en realidad. Sofá, butacas y mesas de centro, de Becara.
Los pequeños balcones urbanos también contribuyen a potenciar esa ansiada proyección hacia el exterior. Algunos edificios disponen de magníficas puertas de madera antigua, con herrajes de latón y un sistema de cierre tradicional que enriquece el interior con un aire señorial. Merece la pena recuperarlas y convertirlas en el fondo ideal del salón para, por ejemplo, un rincón de lectura, con una butaca singular; como ésta, de Casa & Jardín.
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Un salón con dos ambientes
Un cerramiento no es sólo un paso hacia la terraza. Su misión principal consiste en proporcionar luz natural al interior. En este salón, la planta en forma de L permitó realizar uno para cada ambiente: zona de estar y comedor. Entre ambos, se realizó una ventana que aporta una iluminación extra al espacio. Sofá, de Roché Bobois. Pufs, de Maison Decor. Mesas, de Teak Kayú. Estores, de la firma Cortinova.
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Paredes de cristal para integrar el jardín a la decoración del salón
Un jardín cuidado alrededor de la casa es un valor añadido si se integra visualmente como parte de la decoración. Sin embargo, no conviene realizar cerramientos de suelo a techo a lo largo de todo el salón. La presencia de paredes, aunque sea a media altura debajo de las ventanas, es necesaria para colocar radiadores y adosar muebles con una distribución acogedora.
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