La decoración de nuestro salón es una de las más importantes. Esta estancia es el centro neurálgico de nuestro hogar y por eso tenemos que prestarle la atención que necesita. En el salón convergen todos los habitantes de la casa y es la primera impresión que reciben las personas que vienen de fuera. Además, es una de las zonas donde más tiempo pasamos y por eso tenemos que hacerla lo más bonito, funcional y acogedor posible (10 ideas para un salón con mucho estilo)
Sea cuál sea el estilo de decoración que escojas para tu salón, hay una paleta de colores con la que siempre vas a acertar y esa es los tonos neutros. Con la combinación de estos colores conseguimos crear un salón de estilo rejalado ideal para disfrutar en familia. Eso sí, una de las precauciones que debemos tomar a la hora de decorar todo nuestro salón con este tipo de colores es que corremos el riesgo de crear un espacio plano y sin personalidad. Para evitar esto, te dejamos las mejores claves para combinar estos colores y conseguir un salón sensacional en tonos neutros.
Claves para decorar el salón en tonos neutros
Lo primero que tenemos que diferenciar es que los tonos neutros no son sinónimo únicamente del estilo nórdico, todos los estilos de decoración que puedas imaginar se pueden reinterpretar en esta paleta de colores. La forma de utilizar estos tonos es muy sencilla, hay que ir desde los más claros a los más oscuros, es decir, una base blanca o beige, los muebles principales en gris o colores tierra y los accesorios en tonos más intensos como el negro. De esta forma logramos espacios mejor iluminados y con una sensación de amplitud mayor.
Dale personalidad a tus paredes, utilizando papel pintado, cambiando de color una pared de ladrillo, con cuadros estratégicamente colocados... Busca las piezas a las que les quieres dar protagonismo y, aunque estén en colores neutros, que tengan un estilo propio. En este caso suele ser el sofá, las butacas o la mesa de centro. No renuncies a las plantas dentro de tu salón, los tonos verdes contrastarán a la perfección sobre la paleta de neutros. Y no olvides vestir tus suelos con alfombras para darle más calidez.
Ficha las mejores ideas en estos 25 ejemplos que te dejamos de salones decorados en tonos neutros.
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Una forma de que un interior con pocos colores resulte interesante y no sea frío es dar un toque de calidez con las texturas, como en este salón, donde han colocado un puf de cuero.
Los salones con elementos arquitectónicos interesantes, como estas ventanas con forma de arco, son el lugar perfecto para un total look con tonos neutros.
Si optas por usar un solo color, como el gris, busca piezas en tonos más claros y más oscuros para dar profundidad a la combinación.
En este loft han conseguido dar personalidad al espacio pintando cada pared con un tono neutro distinto y añadiendo textura con el ladrillo visto.
Los textiles son una oportunidad perfecta para aportar texturas. En este salón han combinado algodones, linos, lana, ganchillo, pieles...
Si tu casa cuenta con unas vistas de ensueño y quieres que sean el foco de atención, los tonos neutros serán tus aliados. Como muestra, esta salón decorado en blanco.
A veces, los tonos neutros nos los dan los elementos arquitectónicos, como esta pared de piedra en esta casa del siglo XIX.
No solo el blanco, el negro y el beige son colores neutros. Todos los que no compitan por llamar la atención de los que los observa, también, como este verde oscuro en este salón de techo a dos aguas.
El bambú, el mimbre o el ratán te ayudarán a introducir texturas en un salón decorado en tonos neutros sin aportar colores discordantes.
No solo las texturas restan monotonía a un salón en tonos neutros. Combinar piezas de distintas épocas es una muy buena forma de dar más carácter a la estancia.
El estilo rústico se encuentra especialmente cómodo en los tonos neutros, sobre todo en el beige.
Ladrillo visto, bovedilla catalana, suelos de madera... Los colores serenos encuentran aquí su hábitat perfecto.
Ir sobre seguro con los colores te permite experimentar con los estampados. En este salón, se han atrevido con unas rayas maxi en la alfombra y unas mini en la chaise longue.
En este salón decorado en blanco, negro y gris, una cesta y una alfombra con un estampado étnico son el toque perfecto para restar solemnidad.
Los colores neutros son una base perfecta sobre la que probar cosas nuevas. Decorar tu salón con muebles en tonos marrones te permitirá modificar el estilo con solo cambiar el color de los complementos.
Para aligerar visualmente este salón decorado con unas clásicas molduras, se optó por una decoración en blanco y negro y líneas sencillas.
Si quieres solo utilizar el blanco y el negro y escapar de un resultado aburrido, combina estampados y texturas, como en esta imagen.
Unos marcos blancos sobre una pared del mismo color, como han hecho sobre el sofá de esta imagen, consigue aportar un toque interesante sin romper la armonía.
Otra prueba de cómo las texturas y el arte pueden restar monotonía a un interior de colores neutros.
El cuero, la madera y la forja de los muebles cobran protagonismo gracias a los tonos piedra de la decoración.
Los tonos neutros no solo harán que en tu salón reine la calma (visualmente hablando), también que parezca más ordenado.
¿Cómo conseguir un salón interesante sin casi usar color? Presta atención a las formas: una silla con líneas curvas, como esta mecedora de los Eames, es un buen elemento para aportar carácter al espacio.
En este salón de Barcelona, el estudio Egue y Seta utilizó tonos grises, algún pequeño toque verde, estampados de rombos y mucha madera.
El beige, el gris oscuro y una muestra consistente de estampados consigue que este salón en tonos neutros resulte cómodo y acogedor.
Una buena alfombra de lana logra que un salón en blanco y negro se convierta en una zona que llama a descansar y desconectar del mundo.
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