El altillo, de altura convencional, tiene la superficie necesaria para crear dos ambientes: uno con una butaca para leer, ubicada junto a una amplia librería de pared, de suelo a techo, y otro con un sofá y una composición modular para los audiovisuales —equipo de música y una gran pantalla—. Una alfombra, la iluminación adecuada y muebles acabados en madera y blanco, con notas en verde y ¡voilá!