LA CLAVE ESTÁ EN LOS NEUTROS
La frialdad de los tonos grises y los acabados metálicos se convierte en perfecta aliada si hablamos de espacios con elementos arquitectónicos de aire industrial como el ladrillo visto. Una gama de color con una potente carga de modernidad si es aplicada a muebles de líneas depuradas. Sobre esta base, los detalles blancos suman luminosidad y frescor.
VERDE QUE TE QUIERO…
Es el color esmeralda el responsable de subir el tono en esta zona de estar. Desde el suelo ya vibra con una llamativa alfombra estampada de Sacum, alcanzando el sofá en forma de cojines y con toques vegetales naturales sobre las mesas. Una elección comedida gracias a la calidez de los almohadones color maquillaje que ponen el contrapunto cálido. También los complementos de fibras vegetales suman frescor y personalidad, sin restar protagonismo al color predominante.