Nuestra primera sugerencia es que pintes la forja en un color claro, por ejemplo, de blanco. Así cambiarás su aspecto y transformarás los muebles oscuros en piezas luminosas que darán alegría a tu salón. Lo puedes hacer tú misma, con pintura para hierro (se vende en todas las tiendas de bricolaje) y con el pincel muy escurrido para que no queden gotas. También puedes pintar una franja horizontal en la pared en la que se apoya el sofá, tal y como aparece en la imagen. Es básico que la pintura vaya bien con la tapicería, pero no tiene por qué ser idéntica a ella. Procura que sea un tono vistoso: pistacho, fresa, naranja, rojo… y busca complementos en ese mismo color: un jarrón bonito, un plaid con textura o un par de cojines llamativos. Por muy poco dinero, tu salón parecerá otro.
Cómo animar el salón
Quiero darle vida a mi salón y tengo un presupuesto bajo. Las paredes son de color crema, la mesa es de forja con cristal encima y las sillas combinan forja y mimbre. También tengo un mueble de estilo rústico que no me gusta nada. ¿Cómo puedo darle vida al salón? ¿Pintándolo?

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