Lo ideal es que, en espacios integrados, mantengas la misma línea cromática de base entre los diferentes espacio para crear una unidad decorativa. Sin embargo, también se puede jugar con tonalidades variadas para diferenciar, aunque siempre es recomendable moverse en la misma gama. Ya que la cocina es roja, puedes incorporar cojines en esta línea (rojo y naranja) o bien cambiar totalmente y dar continuidad con complementos es acero. En ese caso, siempre más arriesgado, ¿qué te parecería incorporar más tonalidades marrones y tierras e intensos amarillos mostaza?