El verde musgo es un color arriesgado. Complementado con el madera y el azul, saca toda su “garra” y crea vivísimos puntos focales en este comedor.
VERDE Y AZUL
Colores fríos que se llevan muy bien. En este ambiente, decorado por La Redoute, el protagonista es el primero. El aparador está pintado en un tono musgo muy intento, un fogonazo estimulante que aporta personalidad al espacio: de no ser por él, el comedor sería uno más. Las plantas que decoran y acompañan el mueble refuerzan la sensación de frescor. En cuanto al azul-verdoso (estampados de las sillas), son complemento elegante y refinado.
MADERA, DORADO Y NEGRO
Neutros, pero potentes y con mucha presencia. El madera-miel es un tono cálido y amable, por lo que suaviza y equilibra la paleta cromática y la excesiva fuerza del verde mencionado. Pone naturalidad en la decoración del comedor. El dorado y cobrizo -en pequeños chispazos- añaden luz en las distintas composiciones de adornos sobre el aparador o la mesa, y el color negro se deja ver en la alfombra... ¡y realza el conjunto!