1 Una mesa de diseño
El acabado de las mesas auxiliares tendrá que estar en consonancia con el resto del mobiliario. Podrás elegir modelos fabricados en un único material o seleccionar una combinación de varios materiales para conseguir un efecto más llamativo. La madera es duradera y bastante resistente; el cristal es perfecto para espacios pequeños por su ligereza visual, pero olvídate de él si tienes niños en casa. La combinación de hierro y madera o metal y cristal resulta una gran opción.
Mesas con patas abiertas. Te dan la opción de colocar cajas y cestas entre ellas o el poder hacer un estante debajo.
Al igual que con los materiales, las mesas elegidas tienen que seguir el mismo look que el resto del salón. Las de madera son perfectas para una casa rústica; las de metal para un salón industrial; las de líneas sencillas y colores claros para una casa con estilo nórdico, y las de mármol para una clásica.
2 Un salón en blanco puro
Los muebles auxiliares, además de ser bonitos, tienen que resultar útiles. Puede que los quieras para organizar libros o revistas y dejar el mando de la tele, con lo que, en este caso, deberás buscar un modelo con espacio de almacenaje como una balda o uno con tapa extraíble y hueco interior. Si la quieres como soporte de una lámpara de mesa, tendrás que tener en cuenta el tamaño y estilo de la misma. Si tu elección es por motivos decorativos, tendrás más libertad en tamaños y formas.
En un pedestal. Decora un rincón con un diseño en altura y pon sobre ella macetas y plantas.
Si buscas dar un toque original y personal a tu salón, atrévete a usar como mueble auxiliar, piezas cuya función inicial no era ésta. Haz una pila con viejas maletas o libros y úsala como mesa, emplea un taburete para apoyar una maceta con flores, troncos de árbol para dejar el mando de la tele o una banqueta como mesa de centro.
3 Clásico y moderno
El tamaño de la mesita auxiliar tiene que estar en relación con las dimensiones de la habitación y del resto de los muebles. Si eliges un modelo demasiado grande y lo colocas delante de un sofá pequeño, el efecto puede ser totalmente desproporcionado, mientras que si es muy pequeña puede resultar ridícula, además de poco práctica. Así que lo mejor es comprarla cuando ya tengas elegidos los muebles principales de la zona de estar.
A tus pies. Si no te cabe una lámpara sobre la mesa, no te preocupes, elige una de pie con estética o color similar.
Juego de formas. Rectangulares, cuadradas, ovaladas... las posibilidades son múltiples. Las rectangulares quedan muy bien delante del sofá; las cuadradas junto a él, y las redondas en sitios de paso y en espacios pequeños para aligerar. Las nido son perfectas para cuando tienes invitados y poco sitio.
4 Un salón verde
Ésta, junto al sofá, conforman el tándem sobre el que gira la vida del estar. Su elección vendrá determinada por los asientos y el espacio disponible. La mesa no debe superar la altura del asiento del sofá y debe estar separada de éste por unos 50 cm, para que la circulación sea fluida. Respecto a las medidas, la mejor opción es que sea la mitad de larga que el sofá o de unos dos tercios. Si tienes dos sofás, uno enfrente del otro y espacio suficiente, opta por mesas gemelas.
Mueble multifunción. Gana espacio de almacenaje con modelos con cajones, revisteros o baldas.
Y el resto de mesas auxiliares ¿dónde las coloco? El hueco en esquina que dejan dos asientos en "L" es perfecto dejando entre mesa y sofá al menos 10 cm. También las puedes situar junto al sofá en una zona de paso, en un rincón para decorar o junto a tu butaca para apoyar tu libro y gafas. Ambiente, de .