LA PLUMA. Es el tipo de relleno más cómodo, pero también el más caro. Suelen ser de oca, ganso o una mezcla de ambos y son perfectos para el respaldo. La desventaja es que con el tiempo se deforman y pierden volumen antes.
LA ESPUMA. Es una opción muy habitual y también la más económica. Los rellenos son duraderos y tienen la ventaja de que se recuperan enseguida. Su inconveniente es es que son poco adaptables y duros. Elige una espuma de alta densidad, para que el asiento no se deforme, pero con una envoltura de pluma de oca para que el sofá resulte más confortable y transpire mejor.
HÍBRIDOS. El relleno tipo sandwich hace más cómoda la espuma al envolverla con dos capas –una por arriba y otra por abajo– con plumas de oca, o de poliéster. Con ninguno de ellos se deforma.
SINTÉTICOS. Cada vez se utilizan más los rellenos sintéticos, como la fibra soft, que consigue resultados más blandos y mullidos, y el látex, con sus propiedades anti-alérgicas y de transpiración, aparte de su cualidad de indeformable.