55 recetas con bacalao fáciles y deliciosas
El bacalao es un pescado blanco y tiene un bajo contenido en grasa. Las posibilidades de elaboración son tantas que aquí hemos seleccionado solo algunas recetas
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El bacalao es un pescado blanco con bajo contenido calórico, rico en proteínas y en minerales, especialmente magnesio, potasio y fósforo. Es una especie muy versátil y fácil de cocinar en guisos caseros, al horno, asado, al vapor o frito. Si compras bacalao seco, recuerda que deberás dejarlo en remojo un día entero, cambiar el agua de vez en cuando y enjuagarlo bien antes de preparar la receta.
Propiedades del bacalao
El bacalao es un pescado blanco y como todos tienen un bajo contenido en grasa, así que son muy beneficiosos para el organismo, además de ayudar a prevenir enfermedades cardiovasculares o degenerativas y también es una buena opción para luchar contra la osteoporosis o mantener a raya el hipotiroidismo.
El pescado blanco habita en las capas cercanas al fondo del mar. Dorada, besugo, lubina, rape, gallo, cabracho, lenguado, rodaballo o bacalao son algunas de sus especies. Todas tienen muy poca grasa (menos de un 5%), son muy digestivos, aportan pocas calorías y una gran cantidad de vitaminas del grupo B, especialmente B12. Para diferenciarlo, solo tienes que observar la forma de la cola, porque tienen el borde recto o redondeado, en la parte superior; mientras que en el pescado azul presenta una forma de flecha.
La poca grasa que tiene el bacalao está formada en gran parte de ácidos grasos Omega-3, indispensables para reducir los niveles de colesterol en sangre.
El bacalao es el pescado blanco que menos grasa tiene y es muy rico en omega 3, por lo que es uno de los mejores alimentos para la favorecer el crecimiento y reducir la anemia, además de tener propiedades anticancerígenas. Contiene también yodo, que regula el funcionamiento de las células, y vitamina B5, para combatir el estrés y las migrañas. Es el mismo caso de los salmónidos, otra variedad de pescado blanco que puedes preparar en estas 50 recetas saludables y fáciles de cocinar el salmón.
Las posibilidades de elaboración son tantas que hemos seleccionado solo algunas opciones, desde los platos más caseros y sencillos hasta otros con un punto delish. El recetario español lo tiene integrado en sus versiones más conocidas, como el bacalao a la vizcaína, con tomate o a la riojana, que preferiblemente utilizan los lomos del bacalao, porque necesitan cocciones más largas.
Sin embargo las partes más pequeñas o migas son perfectas para elaborar bacalao al pil pil o bacalao a bras (a la portuguesa). También son perfectos para otras ideas muy rápidas que solucionan una cena: tortilla de bacalao o en revuelto, como base de unos pimientos rellenos o en ensalada y rebozado o en tempura. Por suerte, limpiar el bacalao es muy fácil, porque apenas tiene espinas y, al cocinarlo, sus grandes lascas dejan a la vista las más grandes.
Tipos de bacalao
La utilización de este pescado en la alimentación es ancestral. Los primeros pobladores de Noruega ya localizaron, hace 11.000 años buenos caladeros para pescar y la esspecie más abundante era el bacalao, tanto que hoy la variedad Skrei es una de las más apreciadas por su sabor y la turgencia y textura de su carne. Es un verdadero manjar y la mejor forma de probar el bacalao fresco, un producto de temporada, entre diciembre y mayo, aunque puedes consumirlo congelado.
Al parecer, los primeros en utilizar los secaderos de bacalao fueron los vikingos, un proceso de conservación que observaron a los marinos vasco al faenar en los países nórdicos. La costumbre mediterránea de mantener los alimentos cárnicos en salazón derivó en una técnica que permitía prolongar el tiempo de consumo de esta especie y que aún se utiliza nuestros días.
El bacalao seco o en salazón mantiene las cualidades del pescado, pero ¿cómo desalar bacalao bien? La técnica es sencilla, pero hay que completarla para no cocinarlo en su punto. Pon el pescado bajo el grifo con agua fría para retirar la capa de sal y córtalo en trozos y sumérgelos en un recipiente lleno de agua fría, que pondrás en la parte baja del frigorífico.
Las migas se desalan con un buen chorro de agua del grifo, porque son diminutas. Las partes más gruesas, como los lomos, tienen que desalarse durante 3 días y cambiar el agua cada 6 horas, más o menos. Para quitar el salazón de las partes más finas, bastarán 36 horas, con cambios de agua cada 8 horas. Si quieres que esté más jugoso, cambia el agua por leche durante las tres últimas horas de desalado. Pon mucho cuidado a la hora de escurrir, porque un exceso de líquido arruina el mejor plato y un buen truco para si el bacalao resulta muy salado es cocinar guisos en salsa con mucha cebolla y tomate.