Para tener una dentadura sana, no solo basta con un buen cepillado de dientes, también es necesario cuidar mucho la alimentación.
Incluye en tu dieta. Productos lácteos, que tienen un alto contenido en calcio, mineral que forma los dientes. Las verduras y frutas frescas como manzanas o zanahorias que aportan vitaminas y minerales. Se recomienda tomar alimentos sin color, como el arroz y pescados blancos, que no tienen pigmentos a fin de evitar teñir los dientes. Incorpora también productos ricos en fibra que exigen un mayor esfuerzo en la masticación y promueven la producción de saliva contrarrestando el riesgo de caries.
Evita los dulces y las bebidas azucaradas que aceleran el riesgo de caries. También los carbohidratos refinados, como pan, galletas o pasta, ya que contienen azúcar resultando tan dañinos como un caramelo si no se lleva a cabo una buena limpieza.
Después de tomar frutas ácidas o zumos, espera 30 min a cepillarte los dientes para no erosionar el esmalte.
Refuerzo de calcio con lácteos
La leche y sus derivados son ricos en calcio, ayudando a fortalecer el esmalte dental y protegiendo los dientes del desgaste del día a día.
Queso. El queso tiene la capacidad de reforzar la superficie del diente. Mientras se está comiendo, aumenta la salivación y provoca el aumento del pH. Esto hace que el calcio se adhiera al esmalte, protegiéndolo de la acción destructiva del ácido y creando una barrera contra la caries.
Yogur. Además de ser rico en calcio y fósforo, también lo es en caseína, una proteína que evita la desmineralización del esmalte y su fragilidad. Eso sí, siempre hay que tomarlo natural y sin azúcar.
Té contra las caries
El té verde contiene una gran cantidad de antioxidantes que ayudan a eliminar las bacterias, previenen la formación de sarro y reducen la acidez de la saliva, evitando así las caries. Además, contribuye al cuidado de las encías y es un gran aliado contra el mal aliento, gracias a su efecto antibacteriano.
¡1,9 mg! es la cantidad de flúor que contiene 100 g de salmón. Este componente inhibe y detiene el inicio y desarrollo de las caries, fortalece el esmalte, combate la periodontitis y ayuda en la maduración de los dientes de leche.
Pescado azul
El pescado azul también contribuye al buen estado de la dentadura, gracias a su alto contenido en calcio, vitamina D y Omega 3. Estos nutrientes fortalecen los dientes y encías y los protegen frente a comunes infecciones como la gingivitis. Inclúyelo en tu dieta con platos tan ricos como esta coca de sardinas.
Los alimentos ricos en zinc, como mariscos, huevos, carnes rojas o lentejas, ayudan a combatir la halitosis.
Apio, aliado de tu boca
Son muchos los odontólogos que recomiendan tomar apio crudo. Su textura consistente provoca un efecto barrido sobre la placa bacteriana, limpiando los dientes y contribuyendo a que las encías no se inflamen. Además, es muy eficaz a la hora de acabar con el mal aliento.