Dificultad: Fácil. Tiempo: +60 min.
INGREDIENTES (4 personas):
- 3 dl de nata líquida
- 2 dl de leche entera
- 60 g de azúcar
- 4 hojas de gelatina
- 1 rama de vainilla.
Para la salsa:
- 200 g de frambuesas
- 4 cucharadas de azúcar
Poner las hojas de gelatina en un recipiente con agua fría para que se hidraten. Dejarlas en remojo 5 minutos. Cuando se hayan ablandado, escurrirlas para eliminar todo el agua posible.
Poner un cazo al fuego con la nata y la leche, la rama de vainilla, abierta y sin las semillitas, y el azúcar; remover. Cuando la mezcla comience a hervir, apagar el fuego. Dejar que la mezcla se temple. Sacar la vaina de vainilla. Añadir la gelatina y remover hasta que se disuelva por completo. Colar la mezcla y ponerla en moldes. Dejar enfriar y meter en la nevera durante, al menos, 8 horas aprox.
Poner un cazo al fuego con las frambuesas y el azúcar. Aplastar ligeramente las frambuesas con un tenedor y cocinar 10-15 minutos a fuego medio-bajo. Una vez la panna cotta se haya solidificado, desmoldar en un plato y cubrir con la salsa de frambuesas. Decorar con frutos enteros.
Utiliza moldes de magdalena de silicona para presentar la panna cotta como si fuera un flan.
Si lo prefieres puedes repartir el postre en vasitos de cristal, que no hay que desmoldar.
El truco del Chef: Si quieres que la salsa quede más fina, cuélala para quitar las pepitas de las frambuesas, que pueden ser molestas a la hora de comer.
