No lo hagas
Este producto está formado por azúcares, ácidos y compuestos químicos, llamados volátiles, que son los que le dan su aroma y sabor característico.
El frío hace que éstos se reduzcan hasta un 65%, frenando su proceso de maduración y alterando su textura, ya que rompe sus membranas internas y la pone harinosa.
Para mantener su sabor, hay que conservarlos a temperatura ambiente, superior a los 10º y alejados del sol directo. No los metas nunca en la nevera y consúmelos en los siguientes 7 días.