Lo principal es planificar todo con antelación.
Mesas. Tanto si lo vas a hacer en el interior como en el exterior, necesitarás una mesa grande en la que puedas poner todos los platos. Decide si la quieres montar adosada a la pared o separada, para tener espacio libre alrededor. Dispón de alguna auxiliar, con vasos, servilletas, platos..., estará todo a mano, no quitarás espacio a la principal y así podréis moveros alrededor de una forma más fluida.
Decoración. No olvides que es una reunión informal, así que decora de manera ligera con algún camino, o si tu mesa es de madera, la puedes dejar a la vista dando un aire rústico.
Menaje. Pon piezas sencillas, de una misma gama cromática. Coloca utensilios adecuados para servir cada plato. Usa vasitos individuales, cucharas de degustación o cuencos y no te olvides de las bandejas de pizarra o madera.
Coloca los platos con espacio entre ellos y haz, como mínimo, dos unidades de aperitivo para cada persona. ¡A picotear!
Comida. Sirve aperitivos fríos, una selección de productos ibéricos y una buena tabla de quesos. Y los calientes, que sean sencillos, para tenerlos preparados y darles solo un toque de calor. Por ejemplo, unas tostas de solomillo con cebolla caramelizada. Así vosotros también disfrutaréis del momento.
Bebida. Coloca las cervezas y otras bebidas en barreños de zinc, para que cada uno coja lo que quiera y no tengas que estar pendiente de ello. ¡No olvides poner mucho hielo!
Si quieres sorprender a tus comensales, prepara algún cóctel o una sangría. Preséntalo en un dispensador de cristal.
Evita recargar la mesa y utiliza un menaje armonioso; cíñete a una misma gama de colores.