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¿Sabes cómo limpiar el sofá de casa a fondo? ¿Estás segura de que lo desinfectas y eliminas los ácaros? Si tienes un sofá de tela con fundas desmontables, tan sencillo como quitar fundas, meter en la lavadora con productos blanqueantes y dejar secar al sol.
Sufrimiento absoluto al ver cómo nuestro sofá blanco inmaculado va evolucionando a un gris piedra con el paso de los días... Tranquila, ¡es lógico! La vida sigue y es inevitable que con el polvo y los ácaros, termine por olvidar su brillo.
Cómo limpiar un sofá de tela o fibra
Claro que, no siempre existe la suerte de tener un modelo desenfundable. Cuando necesites hacer la limpieza de un sofá sin fundas vas a emplear métodos más delicados y manuales. En este caso, no va a ser necesario utilizar bicarbonato de sodio, que es mágico para limpiar, cocinar y estar más guapa.
Prueba el paso a paso del vídeo tutorial. Vas a necesitar jabón líquido de manos, un bol con agua, dos paños de rizo o toallitas, una limpiadora de vapor, el aspirador y
Lo primero, aspira toda la superficie del sofá, incluso mueve los asientos, para eliminar los restos de comida, suciedad y ácaros. En un bol, mezcla el agua con el jabón líquido hasta hacer espuma, humedece un paño limpio y aplica la espumita sobre las manchas y luego seca con la otra toallita. Puedes repetir esta operación todas las veces que lo necesites. Si las manchas se resisten, utiliza la fuerza del agua a alta temperatura con una vaporeta, porque además la limpiadora de vapor elimina los olores si tienes mascotas, niños o eres fumador.
Tienes que dejar que el sofá se seque por completo antes de volver a utilizarlo, aunque si lo necesitas con urgencia cuenta con la posibilidad de retirar el exceso de humedad con un secador a baja potencia y alejado a unos 30 centímetros.
Aprovecha para airear los cojines y esponjarlos con pequeños golpecitos para ablandarlos. Por último, remata la limpieza del sofá pasando un paño con una solución de madera o metal, para abrillantar la estructura del asiento.
Limpiar un sofá de piel o cuero
Cuando tu salón está decorado en estilo vintage es probable que uno de los elementos principales sea un fabuloso sofá de piel. El ajetreo diario, las reuniones con familias o amigos o su uso para ver la televisión lo convierten en el blanco de las manchas, derrames y accidentes. Te damos ideas fáciles y rápidas para limpiar tu sofá, pero recuerda que jamás tienes que poner en contacto el cuero o la piel con alcohol o lejía, porque eliminarán el tinte.
El calor no es amigo de la piel, así que intenta no exponer el sofá de cuero a la luz solar directa y mantenlo alejado de las ventanas de gran tamaño. Una solución exprés para secar las manchas de líquido utiliza las toallitas de bebé, que incluso recomiendan los peleteros.
Para mantener tu sofá de piel, aspira la superficie a menudo y repasa el cuero con un paño limpio y húmedo para eliminar el polvo. También conviene mantener la tersura del sofá de piel con cremas hidratantes. La clásica Nivea de tapón azul, si se aplica con un paño seco y se frota con delicadeza, te ayuda a que luzca más bonito; pero recuerda retirar con un paño húmedo el exceso de producto y dejar secar al aire.
Cómo limpiar distintos tipos de cuero
Hay dos tipos de cuero, protegido y no protegido, que requieren técnicas de limpieza diferentes. Si no está seguro del material de su sofá, sea precavido y asuma que no está protegido y comience sólo con la técnica de secado con toalla limpia.
Las pieles protegidas soportan un poco más de esfuerzo. Mezcla un jabón suave o neutro con agua tibia y utiliza una esponja para secar la mancha y retirar con cuidado el exceso de limpiador. Retira cualquier resto de líquido con un paño limpio y húmedo y sécalo con otro paño. Deje que el sofá se seque al aire, ya que un secador podría dañar el material.
También puedes preparar una solución al 50/50 de vinagre y agua para las manchas más difíciles. Sumerge un paño de microfibra en la mezcla líquida y frota delicadamente con movimientos circulares. Pero con cuidado: el objetivo es quitar la suciedad o las manchas, no hundirlas más en el material natural.
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