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Todos sabemos lo importante que es mantener las cocinas limpias, al fin y al cabo es donde se preparan los alimentos. Pero aunque las encimeras de la cocina estén relucientes, la vitrocerámica impecable y el suelo fregado, ¿cuándo fue la última vez que le diste un poco de cariño a tu nevera?
Limpiar la nevera puede parecer una gran tarea, ya que implica tener que sacar toda la comida para volver a ordenarla. Sin embargo, una nevera limpia es esencial para conservar los alimentos de forma segura. Aquí tienes nuestra guía paso a paso.
Planifica con antelación la limpieza de tu nevera
Para empezar, tu frigorífico necesita que realices una limpieza profunda entre cada tres a seis meses.
Empieza por vaciar todos los alimentos de la nevera. Las bacterias pueden multiplicarse rápidamente a temperatura ambiente, así que pon los productos lácteos, la carne y otros alimentos que deban conservarse refrigerados en una bolsa refrigerante con bloques refrigerantes congelados. Es una buena idea hacer la limpieza a fondo de la nevera antes de la compra semanal, cuando de todas formas habrá menos alimentos en el frigorífico.
Tira a la basura cualquier alimento que esté claramente pasado, cualquier cosa que haya superado su fecha de caducidad y cualquier tarro de aspecto sospechoso que lleve un tiempo merodeando por ahí dentro. Las alcaparras, por ejemplo.
Cómo limpiar los estantes y cajones de tu nevera
Saca los cajones de ensalada de la parte inferior de la nevera y todos los estantes extraíbles. Si no está claro cómo sacarlos, consulta el manual de usuario antes de empezar para saber exactamente cómo hacerlo sin dañar nada, ¡también te ayudará a volver a meterlos! Si no encuentras el manual de instrucciones, consulta la página web del fabricante o prueba a buscar en Internet con el modelo exacto.
A continuación, lava bien los estantes y las bandejas de ensalada de tu nevera con lavavajillas y agua caliente. Si las baldas (o cualquier otra pieza desmontable) son de cristal, es mejor dejarlas primero a temperatura ambiente para reducir el riesgo de que se rompan con el agua muy caliente; recuerda que siempre puedes meterlas en el lavavajillas.
Utiliza un palillo de dientes para eliminar los restos de comida que se hayan acumulado en la unión entre la superficie de la balda y el borde de la misma. Aclara los estantes y las ensaladeras con agua limpia, luego deja que se sequen de forma natural en el escurridor o sécalos con un paño de cocina limpio y ponlos a un lado si tu escurridor no es lo suficientemente grande.
Cómo limpiar la nevera por dentro
Ahora, presta atención al interior de la nevera para evitar, ante todo, malos olores. Evita utilizar agua caliente en este punto, ya que puede aumentar la temperatura del frigorífico y esto retrasará la rapidez con la que puedes volver a introducir los alimentos perecederos. En su lugar, prepara una solución de líquido esterilizante Milton con agua fría y utilízala para limpiar el interior.
Presta especial atención a las ranuras de los lados del interior del frigorífico donde se apoyan los estantes, ya que pueden ser puntos calientes de suciedad. Un bastoncillo de algodón es una herramienta muy útil para sacar la comida vieja de estos lugares. Los bastoncillos de algodón también son útiles para los lugares difíciles, como el orificio de goteo de la parte trasera, que puede obstruirse y ensuciarse con facilidad. Seca bien el interior de la nevera con papel de cocina o un paño limpio.
Cómo limpiar la nevera por fuera
No pases por alto las zonas exteriores de tu nevera, como el tirador y el marco de la puerta, donde pueden acumularse gérmenes por el contacto frecuente con las manos. Si tienes una nevera con el congelador en la parte inferior, utiliza la boquilla de la aspiradora para eliminar las migas que se hayan acumulado en los pliegues de la junta de la puerta. También puedes utilizar un cepillo duro de fregar para desprenderlas.
Pasa la esquina de un paño de cocina de lino o algodón humedecido en solución Milton por los pliegues para una limpieza higiénica y utiliza una esquina nueva de la toalla para secar la junta de la puerta después.
Acuérdate de las bobinas del condensador
Es probable que hayas limpiado el interior de tu nevera más recientemente que su exterior. Pero, ¿cuándo fue la última vez que limpiaste las bobinas del condensador?
Situados en la parte trasera del frigorífico, los serpentines del condensador se limpian fácilmente. Basta con apagar la nevera y aspirar las bobinas para eliminar el polvo. Deben limpiarse al menos una vez al año o más para evitar que se obstruyan, especialmente si tu cocina es una trampa de polvo y pelos de mascotas.
¿Por qué molestarse? Las bobinas del condensador obstruidas hacen que la nevera tenga que trabajar más, lo que aumenta la factura energética (no te pierdas los consejos para ahorrar en la factura de la luz). También pueden acortar la vida útil de tu nevera, cuya reparación puede resultar costosa.
Deja enfriar tu nevera
Sustituye los estantes y los cajones de ensalada. Si dispones de un termómetro de nevera, espere a que la temperatura del interior del frigorífico descienda a 5 °C o menos antes de volver a colocar los alimentos. Si tu nevera tiene una función de enfriamiento rápido, utilízala para acelerar el proceso de enfriamiento.
Viste los cajones de la nevera
Utiliza papel de cocina o periódico para forrar el fondo de los cajones de la nevera. De este modo, puedes levantar el forro y tirar la piel de la cebolla y otros trozos de verdura directamente al contenedor de alimentos.
Cómo eliminar los malos olores de la nevera
Evita que tu nevera huela mal dejando un bote con bicarbonato de sodio en su interior. Debería durar hasta tres meses antes de que tengas que cambiarlo; intenta fechar el recipiente para recordar cuándo debes cambiarlo. También puedes espolvorear bicarbonato en los cajones y estantes laterales de la nevera.
Si prefieres ahorrarte el bicarbonato de sodio para hornear, puedes comprar desodorantes para el frigorífico.
Cómo organizar el interior de la nevera
No sobrecargues la nevera, ya que el aire debe circular para que funcione eficazmente, y asegúrate también de abrir la puerta con la menor frecuencia posible.
Nuestra guía sobre lo que no se debe guardar en la nevera te ayudará a evitar que se llene, mientras que nuestros consejos sobre la mejor manera de organizar la nevera te ayudarán a empezar con buen pie a la hora de rellenarla.
Y una vez la tengas bien limpia, aquí tienes otros 11 trucos de limpieza para la cocina.
Vía: Good Housekeeping UK