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Cada noche, cuando nos disponemos a deslizarnos entre las sábanas para descansar y entregarnos a los sueños de Morfeo no lo hacemos solos. Nos acompañan, sin saberlo, células de piel muertas, ácaros de polvo, suciedad, sudor y otra mucha fauna que, aunque no veamos, está ahí. Esta recomendación es válida también para las almohadas, así que revisa estos trucos para meterlas en la lavadora y que queden mullidas.
Pasamos un tercio de nuestra vida durmiendo y, si no cambiamos las sábanas con frecuencia, lo que nos parece una cama apacible puede convertirse en un nido de bacterias que, además de afectar a nuestra salud, hará que nuestra piel se vea con más impurezas. Pero, ¿con qué frecuencia debemos lavar la ropa de cama? Todo depende del ambiente en el que estés y de tus hábitos.
Las sábanas pueden acumular muchas cosas que no se ven, como células muertas de la piel, ácaros del polvo, gérmenes e incluso materia fecal. Además, si permites que tus mascotas duerman en la cama o si en casa hay algún alérgico al polvo o al polen tendrás que cambiar más a menudo las sábanas, al igual que si se suda en exceso o se padece alguna enfermedad infecciosa.
¿Cuándo se cambian las sábanas?
Para la doctora especializada en higiene Lisa Ackerley, hay que cambiarlas como mínimo una vez a la semana y, cada mañana, debemos airearlas, estirarlas y dejar que se ventilen con la ventana abierta para que se sequen por completo antes de disponernos a hacer la cama. El microbiólogo de la Universidad de Nueva York, Philip Tierno, apunta que la frecuencia debe incrementarse a dos o tres veces por semana dependiendo de nuestro estado de salud y nuestros hábitos a la hora de dormir: las personas que duermen desnudas, sudan mucho o están enfermas, están más expuestas y tienden a acumular más microorganismos, por lo que será necesario aumentar la frecuencia de lavado de las sábanas.
Por su parte, la firma de colchones Eve Sleep señala que es recomendable airear el edredón y el colchón una vez al año, y lavar las almohadas cada tres meses, para evitar la proliferación de ácaros del polvo, porque pueden provocar alergias y ataques de asma, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades.
La temperatura a la que lavamos las sábanas también es un elemento a tener muy en cuenta. Aunque tendemos a lavar la ropa a la mínima temperatura, para evitar deteriorarla y ahorrar energía, es importante recordar que un lavado a 30º solo elimina el 6% de las bacterias. Lo mejor es usar programas de 60ºC para asegurar una limpieza óptima de las sábanas.
¿Cuántas veces a la semana se cambian las sábanas?
Teniendo en cuenta que pasamos un tercio de nuestra vida en la cama, algunas personas más, imaginarás por qué no está bien lavar las sábanas sólo una vez al mes. Por supuesto, la ropa de cama no sufre tanto como la ropa interior o la que utilizamos en el gimnasio, pero pasamos mucho tiempo en ella y, noche tras noche, los gérmenes, el sudor, la caspa de las mascotas y la grasa corporal se acumulan rápidamente, lo que significa que no es especialmente higiénico dormir en sábanas sucias.
Un cálculo rápido. Si duermes ocho horas cada noche, pasas en la cama al menos 56 horas a la semana. Aunque lavar las sábanas o cambiarlas semanalmente es una recomendación bastante universal, parece que la media sólo lo hace cada 24 días, según revela una encuesta de Mattress Advisor.
¿Qué pasa si no cambio las sábanas cada semana?
Meterse en la cama con sábanas suaves y recién lavadas (preferiblemente directamente de la secadora) es uno de los pequeños lujos de la vida. Pero también dormirá mejor por la noche sabiendo que lavar las sábanas semanalmente es un buen hábito de higiene que reduce al mínimo las cosas asquerosas en su cama, como la suciedad y los ácaros del polvo.
¿Qué ocurre si no cumple con esta tarea semanal? Laropa de cama acumula la grasa cutánea, restos de maquillaje o cremas para el cuidado de la piel, además de los ácaros, que proliferan en ambientes cálidos y húmedos y se alimentan de células muertas de la piel, también presentes en nuestra cama
Si te levantas estornudando o congestionado, los alérgenos de los ácaros del polvo podrían ser los culpables, ya que tienden a depositarse en tejidos como la ropa de cama y el colchón. Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) advierten de que si padeces asma y eres alérgico a los ácaros del polvo, éstos también pueden desencadenar ataques de asma. Las principales recomendaciones de los CDC para evitar los ácaros del polvo incluyen el uso de un colchón a prueba de alérgenos y fundas de almohada, además de lavar las sábanas semanalmente.
Carlson dice que las personas con piel sensible, alergias o hiperhidrosis (una afección en la que hay sudoración excesiva) pueden beneficiarse de un lavado más frecuente que una vez a la semana, mientras que otras que viven en climas secos y no húmedos pueden optar por un lavado menos frecuente.
¿Cada cuánto tiempo se lava la ropa de cama?
La Fundación Nacional del Sueño recomienda el siguiente programa de lavado para el resto de la ropa de cama:
- Fundas de almohada: una vez a la semana
- Colcha: una vez cada dos semanas o un mes.
- Edredón: una vez cada dos o tres meses.
- Mantas: una vez cada dos o tres meses
- Almohadas: una vez cada cuatro o seis meses si son lavables.
Si quieres dar a tus sábanas una limpieza profunda, prueba a añadir Oxi-Clean a tu carga de ropa, sugiere Abigail Fuller, profesional de Thumbtack con Candice Cleaners. Comprueba la etiqueta de cuidado de tu ropa de cama, pero la mayoría de las sábanas, incluidas las de algodón, deben lavarse en el programa más caliente, y asegúrate de no sobrecargar la lavadora con ropa de cama. Si necesita deshacerse de algunas manchas persistentes, una pasta casera con vinagre y bicarbonato de sodio puede ayudar, dice Fuller. Si puedes, cuelga las sábanas al aire libre, ya que la luz del sol las seca de forma natural.
¿Cuál es la mejor forma de lavar las sábanas?
Tan importante como la frecuencia con la que lavas tus sábanas es asegurarte de que utilizas los métodos adecuados para que estén realmente limpias y prolongar su vida útil. Le pedimos a Forté que compartiera con nosotros sus mejores consejos para lavar este básico de la ropa de cama.
Trata las manchas antes de lavar las sábanas. Puedes utilizar un quitamanchas de prelavado para eliminarlas. Luego, recuerda que las sábanas necesitan circular para quedar limpias, así que no llenes la lavadora a presión y así olerán a limpio. Conviene que pongas la lavadora en un ciclo con temperaturas altas para potenciar la limpieza y así acabar con los gérmenes. No es necesario que selecciones ciclos largos, a menos que la ropa de cama esté muy sucia, porque con opciones más suaves y cortas va a obtener buenos resultados y las sábanas se arrugan menos, ya que el agua se enfría de forma gradual.
Intenta secar las sábanas en secadora a baja temperatura durante el menor tiempo posible para evitar que se sequen demasiado, y así se encojan o se arruguen más. La buena noticia es que se secan más rápido que las toallas, por eso no conviene meter ambas prendas juntas en la secadora. En general, si puedes tender la ropa de cama en el exterior, mucho mejor.