Inicia tu plan con cuidados y tratamientos intensivos de reparación, para que la piel recupere el agua que necesita y luzca suave, tersa y muy luminosa.
Ritual beauty post-verano
Las altas temperaturas, la sal y el cloro tienen innumerables efectos en la piel, entre ellos, la deshidratación y la pérdida de elasticidad y luminosidad. Ponte manos a la obra para recuperar tu dermis. Comienza con una exfoliación en profundidad para eliminar las células muertas. No solo en la cara, también en el resto del cuerpo, prestando especial atención a la espalda, hombros y escote. Sigue con una hidratación en profundidad con tu crema hidratante habitual o bien con un sérum con alto contenido en vitamina C. Recupera tu rutina diaria con limpieza, cosmética súper hidratante y protección solar por el día, y cremas nutritivas y regenerativas por la noche.
La exposición excesiva al sol tiene otras consecuencias negativas: el envejecimiento prematuro de la piel y las temidas manchas. Comienza con tratamientos despigmentantes
y acude a tu médico para que te diagnostique.
Para que la exfoliación sea efectiva, aplica el producto con círculos suaves, enjuaga con agua fría y no te expongas al sol en horas.
Plan de rescate de cabello y pies
¿Quieres que tu pelo brille más? Prueba los baños de color o tinte temporal que contienen ingredientes hidratantes que recuperan la luminosidad.
Cuida tus pies, limándolos 2 ó 3 veces por semana, hidratándolos con cremas o bálsamos y nutriendo las uñas antes de pintarlas.
Imprescindibles en la vuelta a casa
Retoma la actividad física
La alimentación inadecuada en vacaciones provoca aumento de peso, pero también retención de líquidos. Recupera tu dieta y haz ejercicio regular.
Visita al dermatólogo
Acude al especialista para que revise los daños que el sol ha causado en tu piel como quemaduras, manchas faciales y corporales y sobre todo, lunares.
Bronceada por más tiempo: Mantén el dorado con una correcta exfoliación e
hidratación.