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El reino animal es muy variopinto. Hay especies que podemos tener en el ámbito doméstico y que requieren una atención especial. Para tener como mascota un jerbo es algo que, como con todos los animales, hay que valorar previamente. Son gregarios y necesitan estar en comunidad, sin olvidar que su condición exótica requiere de unas necesidades especiales.
Si estás pensando en tener jerbos como mascota, sigue leyendo y descubre todos los cuidados que necesitan para que vivan a gusto y felices.
¿Qué son los jerbos?
Los jerbos es una especie de roedor perteneciente a la familia de los múridos. No hay que confundirlos con los clásicos hámsters. Aunque tienen muchas similitudes, la característica que los diferencia es que también guardan cierto parentesco con las ardillas.
A los jerbos se les denomina "ratas del desierto" y son originarios de los desiertos del norte de China y Mongolia.
Dentro de la especie, existen diferentes variedades, pero todos los jerbos se caracterizan por tener una cola larga y peluda y las patitas traseras más largas que las delanteras (lo cual les permite saltar, algo a tener en cuenta a la hora de elegir el mejor terrario para ellos).
Por normal general, son animales sociables y amistosos. No suelen morder a menos que se vean estresados y amenazados. Son diurnos, activos y muy divertidos. Con paciencia y dedicación pueden aprender algunos trucos, convirtiéndoles en animales perfectamente dóciles. Aunque también hay que tener en cuenta que por su condición, son animales inquietos y pueden reaccionar de forma inesperada al intentar cogerlos.
Principales cuidados de los jerbos
En primer lugar, necesita un espacio lo suficientemente amplio para satisfacer sus necesidades de actividad y movimiento, con juguetes como una rueda de roedor, sustratos y túneles para que puedan investigar y excavar. Algo que les encanta son los rollos de papel higiénico. En el fondo, los accesorios para tu mascota es bueno que estén presentes.
Se recomienda que la jaula tenga, al menos, un metro de largo, especialmente si van a convivir dos jerbos. También es bueno que tengan varios pisos para poder trepar y que haya rejillas donde se puedan agarrar. Además, es bueno evitar los malos olores de nuestras mascotas, por lo que se hace necesario limpiar la jaula de vez en cuando, ya que es fácil que pueda ensuciarse en poco tiempo.
Los jerbos tienen una longevidad de entre 3 y 5 años y si se mantiene una correcta higiene, apenas desprenden olor. De todas formas, es importante que preparar la casa para la llegada de una mascota y acondicionar un espacio cómodo y funcional.
Alimentación de los jerbos
La alimentación de los jerbos se basa en una dieta rica en semillas, verduras y fruta. De forma casera, podemos hacerles un preparado con muesli sin azúcar o copos tostados de maíz. No obstante, también tenemos el pienso como recurso más sencillo y fácil de proporcionar. Lo que sí debemos tener en cuenta es que cada pocos días se les debe cambiar el agua de beber.
En cuanto a las verduras, pueden comer acelgas, espinacas, lechuga, canónigos, rúcula, lombarda, zanahoria, nabo, calabacín, etc. ¿Y de fruta? Fresas, manzana, uvas, albaricoques, etc. Al fin y al cabo, no se diferencian tanto de otros roedores; así sucede cuando deseamos cuidar un hámster.
Otra de las posibilidades para su alimentación son los grillos y tenebrios. Estos se los podemos dar cada cierto tiempo, pero no es recomendable que se abuse en exceso.
En definitiva, hay ventajas e inconvenientes de tener mascotas en casa; sin embargo, el jerbo es un animal simpático y gracioso que, sin lugar a dudas, nos ayuda a animar el ambiente y a generar una atmósfera alegre y distendida.