Es muy común que, tentados por su tiernos ojos, le demos a nuestras mascotas comida que puede hacerles daño. Y esto ocurre con todos los alimentos que tienen un alto contenido
en glucosa.
Los perros tienen el intestino más corto que las personas, por lo que no pueden metabolizar el azúcar con rapidez y terminan acumulándolo en su cuerpo. Esto les puede provocar diabetes, alteraciones en el sistema circulatorio y en la sangre, problemas en las encías y obesidad.
No les des nunca productos derivados del cacao, ya que contienen teobromina, una sustancia excitante, que en altas dosis puede matarlos; ni caramelos o azucarillos que puedan provocarles hipoglucemias.
¡No lo hagas!