Cambia las puertas, pero no tires las viejas. ¡Puedes hacer auténticas joyas con ellas! Desde un perchero a un biombo o un espejo. Retira las puertas y consérvalas en un lugar protegido de inclemencias climatológicas. Evita las lluvias y heladas. Ante todo, fuera humedades.
Decidas lo que decidas, el primer paso para restaurar tus puertas será lijar a conciencia. Si quieres darles un aspecto vintage, puedes hacerlo a través de las técnicas de pintura: craquelados, lijados en las esquinas... Un buen lijado previo para retirar todos los desperfectos ayudará a su futura conservación y a conseguir un acabado de éxito.
Pinta y envejece a golpe de efecto chalky y betún de judea. Otro método puede ser el lijado post-pintura. Eso sí, ¡hazlo de forma ligera!
Llegó el momento. ¿Quieres un biombo? Coloca unas cuantas visagras móviles entre ellas y crea una estructura triple. Unos percheros pueden ayudar al orden si lo ubicas en una zona de vestidor.
Si quieres hacer unas puertas correderas, coloca una guía superior, cuélgalas y ¡presume de puertas DIY!
Para hacer un espejo, coloca una superficie acristalada sobre una base totalmente lijada y limpia. Pega con silicona caliente y colócalo de pie, sobre la pared. Estilo colonial de lo más chic con un par de retoques. Retoca en color bronce el marco y bordarás tu proyecto.
¿Te atreves?