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Ya han llegado las primeras nevadas de invierno, así que algunos nos frotamos las manos pensando en hacer nuestro primer muñeco de nieve del año. Pero ¿sabes por dónde empezar? ¿qué tipo de nieve elegir? ¿cómo debe ser el tamaño de las bolas? No te preocupes, porque tenemos los consejos de Bob Eckstein, experto en muñecos de nieve.
¿No te lo crees? Es el autor del libro The Illustrated History of the Snowman (La historia ilustrada del muñeco de nieve) es el resultado de siete años de investigación por todo el mundo para descubrir quién creó exactamente el primer muñeco de nieve. Y aquí tienes un dato curioso: "Hacer muñecos de nieve es probablemente una de las pocas actividades que compartimos con nuestros antepasados. Hacer obras de arte era algo natural para el hombre prehistórico". Dada la larga historia del muñeco de nieve, probablemente puedas imaginar que ha descubierto algunos diseños geniales.
Cuando planteamos la eterna pregunta: ¿cómo se hace un muñeco de nieve?", el experto lo tiene claro "es algo sencillo, de hecho los únicos consejos y sugerencias que doy es que seas creativo y hagas lo que quieras". Pero si necesitas un poco de ayuda para empezar, tenemos instrucciones paso a paso para que te pongas manos a la obra. Ahora coge tus herramientas para la nieve, ponte unas buenas botas, el abrigo, las mejores manoplas y guantes térmicos para soportar las bajas temperaturas y ¡a divertirse!
Paso a paso para hacer un muñeco de nieve
Lo primero que tienes que hacer para crear un muñeco de nieve perfecto es elegir una superficie óptima para asegurar su estabilidad. Bob Eckstein dice: "La gente pregunta sobre terreno llano o colinas, da igual... Tengo fotografías de muñecos de nieve en terreno llano, en colinas y de todas las formas posibles". Así que hazlo en el jardín de tu casa, en un parque de tu barrio o cuando hagas una escapada a la montaña o vayas a esquiar. Sólo tienes que asegurarte de que hay unos cuantos centímetros de nieve en el suelo.
Un truco definitivo para que el muñeo de nieve dure más tiempo es el clima, sin duda, pero el experto añade: "Si haces un muñeco de nieve a la sombra, durará más". Teniendo esto en cuenta, te sugerimos que busques una zona para que tu construcción no reciba mucha luz solar directa, así que le irá genial estar bajo los árboles o el toldo de tu casa. Otro detalle importante es que si el muñeco de nieve es grande, más tardará en derretirse.
Una vez que tengas un lugar donde amontonar la nieve, puedes ponerte a hacer bolas de nieve. Procura que no sea nieve en polvo ni que tenga demasiado agua, solo la humedad necesaria para que las bolas se unan o peguen de forma natural entre ellas. Cuando hayas formado tu bola de nieve, deberás hacerla rodar por la nieve para formar la base de tu muñeco. El truco está en empezar a rodar en una dirección y luego invertir la dirección y seguir rodando. Deberás seguir haciéndolo mientras utilizas las manos para compactar la nieve y mantener la forma circular hasta conseguir el tamaño que quieras para crear la base del cuerpo del muñeco de nieve.
Cuando la bola haya alcanzado un tamaño que te guste, enróllala hasta su lugar definitivo y repite el proceso con el centro y la cabeza del muñeco, haciéndolos más pequeños para situar una bola sobre otra. En España solemos ver el muñeco de nieve de tres o cuatro alturas, pero según Bob Eckstein, "en todas las partes del mundo, la gente hace los muñecos de nieve de distintas maneras, así que no hay una forma incorrecta". Prueba tu creatividad y construye un muñeco con un montón de nieve, hazlo tumbado o crea una familia con diferentes muñequitos, en tamaños distintos.
Cómo decorar un muñeco de nieve
Ahora viene la mejor parte (y la más importante) de la construcción de muñecos de nieve: ¡darles vida! Para ello, Eckstein dice: "El mejor consejo es encontrar la forma de hacer una cara bonita, ya sea utilizando palos u objetos encontrados en el garaje". Y añade: "Animar a los niños a hacerlo es un gran ejercicio artístico. Porque si les haces encontrar los objetos para formar la cara, están usando su imaginación. Y eso en sí mismo es una gran actividad, a diferencia de utilizar, digamos, un kit de muñeco de nieve".
El muñeco de nieve tradicional en el que solemos pensar se decora con una zanahoria como nariz y botones como ojos, pero puedes darle un enfoque único reuniendo objetos como monedas sueltas, piedrecitas de colores o pelotas de ping pong. Para los brazos, utiliza palos o herramientas de jardinería, como una minipala o un rastrillo. Hay muchas opciones. Cuando quieras decorar la cabeza, recoge hojas para hacer el pelo del muñeco de nieve, utiliza piezas recortadas de fieltro para crear expresiones faciales y una manta antigua para ponerle un abrigo o chal.
También puedes vestir tu muñeco de nieve con una temática determinada. Prueba con una familia de muñecos de nieve con accesorios playeros, a crear princesas de nieve, un dinosaurio o el animal favorito de tu hijo. Como señala Bob Eckstein, "la gran lección de hacer muñecos de nieve es que no salen mal, porque siempre puedes darle personalidad". Y quién sabe, después de ponerle un sombrero de copa o un cubo en la cabeza, ¡puede que cobre vida!
Vía: The Pioneer Woman