¿Cómo hacerlo?
Dibuja un óvalo en la calabaza, como si fuera una carita, y vacía por completo su contenido carnoso. Deja que se seque la corteza al aire libre. Después, pinta el interior en negro y pega las lentejuelas plateadas para recrear una cúpula de estrellas.
Empieza a decorar el interior. Pon en la base las dos plantas de crasas, algo de musgo y continúa situando las ramitas al fondo, que darán verticalidad a esta pequeña escena. En paralelo, pinta con el rotulador sobre las dos piedras planas las siglas RIP, así parecerán pequeñas lápidas.
Sigue dando un aspecto terrorífico al ambiente. Coloca hierbas u hojas secas, alguna cruz en miniatura o una pequeña calavera (puedes buscar entre antiguos juguetes o bisutería olvidada). Para terminar, cuelga con hilo de coco la pelota de ping pong, que hará las veces de luna llena.
Alimenta tu creatividad, y sigue creando un rincón de Halloween especial con otras calabazas decoradas. Intenta que tengan distintos tamaños. Puedes forrarlas con unas medias antiguas de encaje, pintarlas en tonalidades diferentes y crear caras fantasmagóricas, que se iluminan con una pequeña vela en el interior.
¿Cómo hacerlo?
Vas a necesitar: una calabaza ovalada, utensilios para vaciarla, pintura negra, lentejuelas plateadas, una pelota de ping pong, hilo de coco, dos plantitas de crasas, musgo, palitos, dos o tres piedras planas, un rotulador indeleble. ¡Es muy fácil!