Nueve lofts con estilo

La vimos en Nueva York y su estilo nos cautivó. La estética loft, con ambientes diáfanos, ha llegado para quedarse. Anímate a derribar paredes y… ¡el espacio parecerá más amplio!

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Sin paredes

En un loft, los ambientes se suceden sin que existan paredes que los independicen. Aquí, salón, comedor y cocina comparten un mismo espacio. La sensación de continuidad se potencia aún más gracias al uso del color: el fucsia de la mesa de centro y del sofá -ambos en primer plano- reaparece en los individuales del comedor, ubicado en el centro, y termina en la nevera de la cocina, al fondo, en una versión soft.

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Estructuras a la vista

Por cuestiones de seguridad, en un loft no siempre se pueden suprimir todas las paredes. Una solución es mantener los elementos estructurales, como vigas y columnas, y utilizarlos para delimitar los ambientes. En  este caso, su acabado en metal evoca el estilo industrial. El estante repleto de libros sobre el sofá potencia el aire bohemio de los lofts neoyorkinos.

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Un dormitorio de altura

Cuando el techo es muy elevado, se puede aprovechar con un altillo para ubicar el único ambiente que necesita cierta intimidad en un loft: el dormitorio. Bajo las vigas de madera que siguen la forma del tejado a dos aguas, y con un murete en el cabecero como único elemento separador del resto de la casa, esta zona de descanso tiene personalidad propia. ¿Te has fijado en el marco de la pared? Sin lámina, convierte a los ladrillos en una obra de arte.

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Estilo mediterráneo

Un rasgo típico de los lofts consiste en dejar a la vista las conducciones de electricidad y agua, tal y como sucede en las fábricas. En este caso, su rudeza se dulcifica gracias a la pintura celeste que reviste la escalera y el altillo. Con las paredes en blanco, el contraste ofrece un estilo típico mediterráneo.

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Comedor y cocina, bien avenidos

La ausencia de paredes típica de un loft supone muchas ventajas. La comunicación entre la cocina y el comedor es más fluída, y si tienes invitados en casa, podrás charlar con ellos mientras das los últimos toques a la comida. Aquí, las sillas con respaldo transparente potencian la sensación de continuidad entre ambos ambientes.

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En tres niveles

Las diferentes alturas delimitan cada ambiente en este loft. Desde el salón, situado en el nivel inferior, se accede al comedor a través de tres escalones. Y desde aquí, una escalera de pared conduce al dormitorio, situado sobre una plataforma que oculta el cuarto de baño debajo. Los colores negro y rojo unifican y dan coherencia al conjunto.

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Un loft XS

¿Tu casa es pequeña? Entonces, es una excelente candidata a convertirse en un loft. Aunque en las películas estemos acostumbrados a ver lofts inmensos, lo cierto es que derribar tabiques resulta especialmente útil cuando la vivienda tiene poco espacio. La sensación visual será más amplia sin tabiques y la luz fluirá por todos los rincones.

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Cómo delimitar cada ambiente

Fíjate en este loft. Aunque ninguna pared separa el salón del comedor, ambos ambientes quedan perfectamente delimitados. El pilar dibuja una frontera invisible, que se refuerza con las conducciones de la luz que quedan a la vista en el techo. Pero además, los pufs y la alfombra indican con toda precisión qué espacio ocupa la zona de estar y dónde empieza el resto.

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Un camino alfombrado

Este loft, de dimensiones envidiables, utiliza diversos recursos decorativos. En primer lugar, los asientos de la zona de estar, con texturas acariciadoras y tonos llamativos, logran una entidad propia que se diferencia del comedor, más funcional, amueblado con piezas de líneas sencillas y tonos naturales. Pero, además, la vista continúa hacia el final, con la certeza de que el piso se prolonga más allá de lo que vemos. ¿Sabes por qué? En el suelo, las alfombras dibujan un camino que invita a seguirlo hacia el infinito.

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