Las paredes pueden hablar, aunque no te lo creas. Solo necesitan que las decores con estilo para que conecten contigo. Las opciones decorativas más habituales son pintura, composiciones de láminas, fotos y cuadros, o de espejos sol, además de papeles pintados, zócalos y molduras que forman cuarterones, pero hay una solución deco que marcará un antes y un después en tu casa: los murales.
Es probable que pienses que papeles pintados y murales son lo mismo pero no, son muy diferentes. Los motivos en el papel pintado se repiten una y otra vez mientras que los murales están diseñados como un único dibujo de grandes dimensiones. Los primeros se comercializan en rollos; los segundos, en paneles.
Si estás pensando en redecorar y dar un cambio de look a cualquier habitación, piensa en los murales porque tienen una poderosa fuerza estética. Colocar un mural es cambiar la imagen pero también la percepción espacial. Y sin obras. Además, los murales son resistentes y su instalación no es más complicada que la de un papel pintado.
Motivos abstractos, naturaleza, geometrías, flora y fauna, trampantojos… la creatividad de los dibujos de los murales no conoce límites y hasta el que parece más sencillo tendrá un impacto enorme en la decoración.