El nuevo country chic, ¿quieres conocerlo? Aquí te ofrecemos una guía completa e interesante

Confinamiento, desescalada, nueva normalidad… y una vida en el campo que cobra sentido por sus beneficios. Abres la puerta y qué prefieres, ¿asomarte a la ciudad o a la naturaleza? La pandemia ha conseguido que muchos se replanteen dónde y cómo quieren vivir. Aquellos con un trabajo que se puede realizar desde cualquier parte, sí podrían salir de la ciudad y trasladarse a localidades y pueblos bien comunicados. Aire limpio, tranquilidad, campo y una paradoja: ¿logrará devolver el coronavirus la vida a la España vaciada?

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Y se hace de un modo simple: móviles e internet se dejan a un lado y ese tiempo se gana en relajación de cuerpo y mente mientras se contempla el paisaje desde el porche. Un sillón amplio orientado hacia el monte o el horizonte ayuda a reencontrarse con uno mismo mientras se mira el cielo y se escucha… el silencio. Resultarán útiles una mesa auxiliar y unos cojines para una postura más cómoda. También puedes hacer ese rincón acogedor con una combinación de plantas en maxi maceteros, como en esta propuesta de la firma Affari: sillón Timor (404,70 €), taburete Unique (56,70 €) y macetas Goliat.

Recuperar los muros de piedra, captar la máxima luz con un blanco radiante y apostar por mobiliario de diseño depurado. El confort del gran sofá esquinero asegura días con animadas tertulias en este salón, más amplio ahora al incorporar la cocina.

Arquitecta, Glòria Duran Torrellas. Sofá Ángelo, de Cycsa. Mesa, de Ethnicraft. Pufs y alfombra de esparto, de Jordi Batlle.

Consigue esa sencillez que define a las casas de campo con piezas realizadas a mano y muebles de madera natural. Incluso las imperfecciones o el aspecto deslucido de algunos de ellos dota de autenticidad al nuevo estilo country, donde las texturas cobran protagonismo. Un papel pintado en tonos claros y empolvados —en armonía con el pavimento de cemento— es el fondo que hace más cálido este rincón.

Modelo Graminées, de la colección Riverside 3, de Casadeco (73,15 €/rollo).

El look rústico actual fusiona la esencia rural y su calidez con el estilo decorativo que te ayuda a recuperar la serenidad y el equilibrio. Vivir de forma más consciente, disfrutar del ritmo pausado y de momentos de tranquilidad se consigue sin estridencias en la decoración. Inspiradora, esta zona de paso plena de matices y texturas. Velas (desde 1,99 €), bandejas de madera (6,99 y 9,99 €) y cesta (6,99 €) son de Muy Mucho.

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Dales una nueva oportunidad (como la alacena de la foto), porque su acabado puede no encajarte del todo en la nueva decoración rústica, pero ¿y si los aclaras y pintas en un tono tan claro y refinado como el marfil? Otros colores que actualizan la estética del mueble rústico tradicional serían: gris claro, azul a la tiza, lila, verde salvia, nuez…También puedes rescatar del pasado las mesas tocineras o de matanza y utilizarlas como superficie extra de trabajo a modo de isla o como mesa de comedor a la que añadir bancos.

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Un cuadro de gran formato atrapa la mirada en este cálido comedor, que destaca por su atmósfera envolvente. En el nuevo estilo rústico no todo son muros de piedra. Las paredes al desnudo realzan la belleza de este paisaje nublado. Completan la puesta en escena, que resulta glamurosa, ramilletes con look ultrafresco, pinceladas de color en la presentación de la mesa, un cojín con print floral deluxe y una lámpara minimalista. Menaje y detalles deco, de Sainsbury’s Home.

Se ven y se tocan a diario. Los mecanismos eléctricos tienen más relevancia de la que inicialmente se les concede. Y cuando destacan por su buen diseño, aseguran una imagen impecable en la decoración rústica. Los de la fotografía junto a estas líneas se instalan en superficie y se integran tan bien en casas de campo como en una vivienda urbana con decoración vintage. Su diseño circular coronado con una manecilla en forma de lazo retro aporta un toque de nostalgia y originalidad. Conjunto de interruptor y enchufe de la serie Garby, de Fontini, en porcelana montado sobre peana de haya envejecida (98,13 €).

La fibra vegetal y la vida en el campo siempre se han llevado bien, pero hoy sus formas se depuran y actualizan para rejuvenecer y aligerar al nuevo estilo country. Mimbre, yute, ratán, sisal y esparto, entre otras fibras, están cada vez más presentes en detalles, iluminación o alfombras para hacer fresco, acogedor y sostenible cualquier rincón. Cesto Tjillevips, de Ikea, tejido a mano en junco marino; mide 40 x 40 cm (25 €).

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Si los cabeceros son de madera recuperada con un aspecto raw y marcadas cicatrices por el uso y el paso del tiempo, darán un aire cottage contemporáneo al dormitorio. ¿Tienes invitados en casa estas vacaciones? El consejo de la OMS como medida preventiva higiénica frente a la covid-19 es que “se laven y desinfecten las sábanas a máquina con agua caliente (60-90°C) y detergente para ropa”.

Interiorismo, de The Main Company.

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El baño de estilo rústico actual mantiene una estética natural, pero seduce por la limpieza visual del conjunto y un plus de sofisticación en elementos clave. El azulejo blanco rectangular, todo un clásico, adquiere un aire nuevo con una colocación trabada poco habitual: las juntas no coinciden porque se desplazan las piezas de cada hilera siempre en la misma proporción. Grifería mural metalizada, lavamanos ultradepurado, encimera de mármol y mueble de madera oscura elevan el nivel decorativo en esta propuesta de Equipe, con el frente alicatado en Matelier tono Alpino (35 €/m2).