Transforma por completo tu hogar con pintura, papeles pintados y vinilos

Sobre el sofá del salón, en el cabecero de la cama, en la entrada o el recibidor...

Echa mano del papel pintado, los vinilos o los stickers para destacar y transformar zonas sin mucho interés en poderosos puntos focales. Para muestra, este ambiente decorado con un modelo de la firma Pip Studio. Se trata de bandas superpuestas que forman un precioso motivo que parece estar en 3D. El trenzado floral se "sale" de la pared, aunque en realidad no esté en relieve. ¡Sorprendente!

MUEBLES ÚNICOS: Para destacar alguna pieza de mobiliario especial, "invéntate" un escenario alrededor de la misma.

Si tus techos son muy altos, puedes recurrir a una fórmula estética muy efectiva, para hacer más acogedor y recogido el espacio. Pinta un zócalo en la pared, casi hasta arriba y en dos colores que armonicen. Acortarán la altura y aportarán luz y alegría.

EN SINTONÍA: Las tapicerías y complementos en la misma gama añaden armonía y calma.

Es una de las combinaciones más exitosas en decoración.

Cubre una pared con un motivo de dibujos -un papel pintado estampado-, y la otras píntalas en un color liso a juego. Verás cómo se anima la habitación sin que resulte excesiva. Un cambio rápido y elegante.

¿SATINADA O BRILLANTE? Si decides pintar en un color oscuro, usa un acabado brillante y así acentuarás la luminosidad. Ideal.

Es, quizás, la herramienta más eficaz para dar el estilo que te guste a una habitación.

En esta foto se ha revestido la pared con un modelo de Casadeco, de inspiración oriental. La cómoda negra y los adornos retro imitan la glamurosa decoración de los años 50... ¡Genial!

Colocar uno no puede ser más fácil: se despega... ¡y listo!

Fíjate, sin embargo, cómo puede cambiar un rincón sin gracia alguna. Un árbol "da sombra" en el recibidor de una casa. Cuando te canses del arbolito, retíralo sin problema: no deja ninguna marca.

Lo habitual es pintarlo en un color blanco o un neutro -beis, gris, etc-. Sin embargo, si tu dormitorio es muy oscuro o tiene los techos muy altos, atrévete a meterle un tono vibrante y vivo, como este amarillo.

Pinta también el zócalo superior de la pared y llenarás "de sol" y buenas vibraciones la estancia.

Estilismo: Ben Kendrick.

Pinta la pared de un color que te guste, como este rosado de Valentine y, después, juega a crear efectos con tonos más suaves -el cabecero- o más intensos -los cojines-.

Queda también de fábula buscar el contraste con un neutro o madera.

Son románticas y alegres.

El papel pintado de flores -éste, de Pip Studio- no ha pasado de moda y ahora es más tendencia que nunca. Está indicado para colocar en todas las habitaciones, incluso en cocinas, ya que hay muchos modelos que se pueden lavar fácilmente.

Así se ha hecho en este ambiente, con telas de la firma Sanderson.

El verde de la pared se ha elegido a juego con el color dominante en tapicerías y cortinas. El resultado es armonioso y muy elegante.

UN TRUCO: Los colores fríos se pueden atemperar con textiles y tapicerías con motivos estampados.

Dentro de una misma estancia puedes separar zonas y dotarlas de personalidad propia, aunque compartan el mismo espacio común.

Toma ejemplo de este mini despacho instalado cerca de un ventanal en el salón. Con el fin de independizar dicha área, se decoró con un llamativo papel pintado, de la firma Sanderson,
y se amuebló con piezas sencillas, ligeras y que dejan todo el protagonismo a la pared. ¡Precioso!

PUNTO RÚSTICO: Muebles de madera tosca, jarrones de cerámica y cristal... forman una bonita composición.