Del amarillo soft al mostaza tostado, sus matices se multiplican. Utilízalos siempre que quieras iluminar, ampliar visualmente y dinamizar cualquier espacio.
La clave está en hacerlo en pequeñas dosis, en un jarrón sobre la mesa de comedor, unos cojines en el sofá, en la pantalla de una lámpara, un estor, unas flores...
ESTIMULA
Si quieres sonreír nada más entrar en casa, pon un toque de amarillo en ella y tu estado de ánimo será otro. Empléalo para revitalizar ese fondo neutro, total white, que impera en los ambientes. ¿Cómo? En el salón, renueva la tapicería del sofá o pinta una silla de amarillo. En las habitaciones infantiles, opta por muebles en tonos pastel. Y en tu dormitorio, coloca un plaid a los pies de la cama.
¿Y en la cocina o el baño? También. Sitúa unos taburetes en la barra de desayunos o un juego de toallas amarillo limón ¡y verás cómo lucen!
REALIZACIÓN: ALAINA BINKS. AYUDANTES: BEN KENDRICK Y CHARLOTTE MURRAY.