Chimenea sí, y velas también
Los textiles otoñales crean un entorno reconfortante y, con los pies bien abrigados con calcetines de lana y la chimenea crepitando, olvidas el frío de la calle. ¿El plan B cuando no hay chimenea? Encender la calefacción y varias velas agrupadas que formen una composición atractiva. El titilar de sus llamas te relajará. Todo, de House Doctor.