1
Lo viejo también es bello
Recipientes agrietados, abollados, hasta desconchados, componen un hermoso bodegón vegetal, como éste que propone Affari. Albahaca, romero, girasoles lucen toda su belleza en estas latas vintage.
2
A modo de esculturas
Las plantas agrupadas en la esquina de una habitación luminosa pueden ser el mejor complemento decorativo si se disponen en pedestales elevados a distintas alturas. Éstos son de Bloomingville.
3
Macetas voladoras
¿Qué tal si suspendes tus plantas del techo, como en esta idea de Madam Stolz? Pon variedades colgantes, cactus, crasas o de hoja grande, y elige bien los tiestos. Enriquecerás (y mucho) el jardín aéreo.
4
Pareja de hecho
Los muebles de fibras vegetales -mimbre, caña, ratán, bambú- se llevan genial con las plantas verdes de buen porte. Junto a una butaca componen un rincón ultra natural, como éste, de La Redoute.
5
Combina tiestos diversos
Para alojar tus plantas de interior y conseguir composiciones muy dinámicas. Prueba a "maridar" un macetero pétreo con otro tribal de fibras vegetales o con jarrones de cristal. ¡De lujo! Son de Bloomingville.
6
Ponles unas ruedas
Dispón reposatiestos con ruedas en todas tus macetas. Si son pesadas, las moverás fácilmente sin doblarte la espalda, y si son pequeñas, evitarás que dejen marcas en el suelo con la humedad. ¡Menudo invento!
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