Reducir el consumo
La temperatura de los interiores debe estar bajo control, por confort y por ahorro, por ejemplo, con un termostato, o más, para regular la calefacción. Pero, ¿qué hacer cuando salimos? Según Bioclimateam, expertos en eficiencia, "depende de la duración de las ausencias y, por supuesto, de la calidad de los aislamientos." Si la ausencia es de más de 2/3 horas, tiene sentido apagar la calefacción, y aún más cuando son 8/9 horas, si hay un aislamiento óptimo, "porque una vez que se ponga en marcha de nuevo la calefacción, se consigue rápidamente la temperatura de consigna, la que se haya elegido, porque no hay fugas".
En el caso de que el aislamiento sea deficiente, "al apagar la calefacción se pierde con rapidez la temperatura programada y cuesta mucho volverla a conseguir, la caldera funcionará más para ir manteniéndola, pero dejarla encendida tampoco tiene sentido, porque en este supuesto, casi nunca se consigue estar confortable."