Espejo de bambú
Por el diseño. Rectangulares y cuadrados transmiten armonía, pero se deben alinear con los elementos que los rodean -consola, lavabo, ventanas, rodapié...- para no romper el equilibrio. Los espejos redondos y ovalados suavizan la decoración con sus líneas curvas. Y los modelos con otras formas geométricas, como hexágonos, imprimen un nuevo ritmo al ambiente.
Por su marco. Los espejos de líneas sencillas, a tono con la pared sobre la que se colocan, se integran en ella y ceden el protagonismo a la imagen que reflejan. Sin embargo, los de marcos historiados, como los espejos sol o las cornucopias, tienen un efecto teatral que los convierte en protagonistas de la estancia.
Por la superficie. Lo más habitual es que sea limpia, para potenciar su capacidad reflectante. Pero las de efecto envejecido, añaden un interesante halo de misterio. Espejo, de Madam Stolz, con marco de bambú; en 50 x 59 cm (70,95 €).