Puertas para espacios mini
Este aseo gana funcionalidad gracias a la puerta corredera que se empotra en el tabique. De hecho, sin ella, habría sido imposible realizarlo. Una hoja batiente, de apertura clásica, sería impensable, ya que habría chocado contra el lavabo. Es más, la hoja corredera se empotró dentro de la pared, ya que era la única forma de conseguir un espacio libre para ubicar el inodoro a la derecha del lavabo. La firma Krona calcula que, con cada puerta corredera, se gana 1 m2 de espacio disponible: el que equivale al recorrido de una puerta batiente.