Después de varios usos, la ropa pierde su tono blanco original pero tranquila, no está todo perdido. Todos los trucos pasan por soluciones con cloro o bicarbonato sódico pero a continuación te presentamos tres formas de hacerlo de forma natural.
Con vinagre blanco
Confía en su poder para quitar las manchas de tu ropa blanca. No es agresivo y puedes aplicarlo previamente al lavado en las zonas afectadas.
¿Cómo? Mézcla entre una taza de vinagre blanco junto a tu detergente natural en polvo y ponlo en la lavadora. Lava normalmente.
Con limón
El jugo del limón es un astringente natural y limpia en profundidad. Así que, ¿por qué no probarlo?
En una cazuela, coloca las rodajas de limón con agua y deja hervir. Aplícalo en la ropa dejándola en remojo alrededor de una hora previamente al lavado habitual.
Puedes mezclarlo en una solución junto a una cucharada de sal y jabón natural. Después, deja secar al sol.
Con leche
Ayuda a cuidar las prendas, sobre todo, el algodón y los tejidos delicados.
¿Cómo usarlo? Deja en remojo la prenda en cuestión durante un par de horas. Enjuaga y lava después normalmente.
+TIP: Evita los blanquadores químicos. Una reacción de cloro y poliéster podrían dejar aún más amarillenta tu ropa.