El estilo farmhouse tiene un punto de coquetería, pero también muy práctico. La intención es huir de los detalles decorativos sofisticados o muy delicados e integrar en el ambiente objetos de segunda mano con piezas nuevas. La fusión es un acierto, así que es fácil ver un electrodoméstico de última generación en una cocina con una lámpara de araña o con un estilo más actual.
En el estilo farmhouse es bienvenido el DiY, así que lánzate a tapizar tus sillas o a crear platos de inspiración botánica con hojas recogidas en un paseo por el bosque.
Muros blancos
Las paredes en blanco o tonos marfil iluminan la casa y ayudan a decorar con complementos que aporten color. El blanco es fresco y limpio, y aligera la atmósfera. Esta escala cromática es más rica de lo que parece, así que investiga en sus matices para dar más o menos brillo a un ambiente. Conviene poner cuidado en los desconchones y arreglar las paredes para que queden como nuevas.
Esconde la tecnología
La vuelta al campo, a la esencia, se puede propiciar con pequeños gestos. Se trata de ocultar los cables en cajas decorativas o dejar fuera de la vista el televisor con armarios o puertas correderas. Mientras no se utilicen estos gadgets, se disfrutará de mayor paz visual.
Alacenas a la vista
Este estilo de decoración da protagonismo a los accesorios, así que saca del baúl tu antigua vajilla y muéstrala en un mueble con vitrina. Quedan perfectos en el comedor, pero también en la cocina, si dispones de menos espacio. En cuanto al interior, mejor dar rienda suelta a la creatividad: mezclar tamaños y formas o tazas con platos para que ofrecer movimiento a la composición. También puedes aportar velas, jarrones o bandejitas para que convivan con los clásicos juegos de té o café. Te damos pistas para organizar la vajilla.
Vigas de madera
Un look rústico no está completo sin las vigas vistas de madera. Tienen muchas posibilidades, así que te animamos a integrarlas en la decoración de tu casa para aportar un toque singular, incluso instalar vigas de poliuretano, que pueden ocultar las instalaciones eléctricas o de calefacción, porque son huecas por dentro.
Revestimiento con madera
Las paredes con láminas de madera o los suelos siempre dan sensación hogareña y mantienen muy bien la temperatura, por lo que son muy eficientes energéticamente. Además de dar calidez a la estancia, este revestimiento natural oculta posibles defectos de las paredes y tienen un fácil mantenimiento. Como elemento decorativo, v también ayudan a acotar espacios. Por ejemplo, en el dormitorio, pueden formar un cabecero o separar la zona de vestidor. Hay multitud de usos para los zócalos.
Detalles vintage
Utiliza detalles antiguos o elementos retro para decorar, desde un antiguo juguete hasta latas de galletas de tu infancia y cojines de tu abuela. Seguro que tienes recuerdos familiares que puedes adaptar a un ambiente farmhousey, de paso, permitir que tu casa cuente tu historia. Otra opción, es visitar un mercadillo o sumar estilo comprando piezas especiales en anticuarios.
En tonos neutros
En el farmhouse el mobiliario va a ser muy ecléctico, y es parte de su éxito que sepas mezclar estilos y también complementos. Por eso, es necesario simplificar los tonos que van a determinar cada estancia. En los complementos, busca metales, madera recuperado y materiales orgánicos, como ratán, mimbre, piedra o sisal. La cocina, epicentro de la casa y de este estilo, es clave seguir algunos preceptos.
Textiles, al natural
Lino, algodón y arpillera combinan a las mil maravillas con el estilo farmhouse. Añade también pasamanería, bordados o encajes a los textiles de toda la casa: delantales, cojines, visillos a media altura, caminos de mesa, servilletas, colchas… Si te apetece reciclar, recupera algún saco de yute y añade personalidad a tus complementos. En el salón, opta por grandes sofás, en blanco o con fundas en marfil, así podrás cambiar la atmósfera cuando vayan pasando las estaciones. Hay tejidos capaces de transformar la casa.