Es cierto que no podemos ir de tiendas, ni a cenar con amigos, ni al cine... Pero las horas de confinamiento en casa puede llevarnos a pasar más tiempo en internet y terminar realizando compras innecesarias.
1 Controla tus gastos.
Parece obvio, pero en realidad no lo es. ¿Sabes con más o menos certeza cuánto dinero gastas al mes y en qué? Para calcularlo, crea una hoja en Excel o en Google Drive y apúntalos. Es laborioso, pero muy efectivo, o contar con Apps de ahorro.
2 Divide en categorías los gastos principales, los secundarios y los puntuales.
Dentro de la primera están los fijos: hipoteca/alquiler, colegios de tus hijos, etc.
En la segunda: los servicios y los gastos en energía.
En la tercera, los ocasionales: ocio, viajes... Los gastos secundarios y los puntuales son los que permiten más margen de ahorro. Reduce lo que puedas en los más importantes (luz, calefacción, agua...) y elimina drásticamente aquellos que no te aportan nada, por ejemplo, un gimnasio al que no vas nunca o una plataforma de series online que no ves.
3 No te lances a comprar compulsivamente en internet.
Reflexiona antes de si lo que vas a adquirir lo necesitas o te hace muy feliz. Puntúa de 0 a 10 y después decide.
Lo mejor: haz un resumen mensual de tus gastos.