Cuando somos pequeños adoramos pintar las paredes. No sabemos porqué, pero esa superficie lisa, amplia (y prohibida) supone una atracción irremediable, y la bronca posterior merece la pena.
No obstante, ¿qué ocurre cuando esa pasión continúa presente años después? Pues, probablemente, que querrás vivir de ello, o bien haciéndote pintor, o bien creando una empresa de papeles pintados a mano. Justo lo que la ilustradora Kate Worum, y la interiorista Jennifer Ann Jorgensen, decidieron hacer con su firma, She She. ¿Quieres conocerlas?
Además del papel pintado, también construyen instalaciones artísticas y muebles.
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