El blindaje de tu puerta es una opción más económica que instalar una puerta acorazada nueva. Consiste en atornillar en su interior una o dos chapas de acero, consiguiendo reforzarla ante posibles ataques frontales. Además, puedes proteger todo el cerco de la puerta con varios anclajes antipalanca, para fijarlo al tabique, y agregar incluso pivotes antipalanca en la línea de las bisagras. También puedes instalar una nueva cerradura de seguridad, con varios puntos de cierre o pestillos, sistema de detección de agresiones, que la bloquean automáticamente, y un diseño resistente a los ataques e intentos de apertura con ganzúas y llaves falsas.
Para blindar esta puerta se colocó una chapa de acero, de 1,5 mm, pegada a un tablero de madera de 4 mm. Se la dotó de la cerradura de seguridad Fortissime, de Fichet, con cuatro pestillos de gancho y dos centrales, y bloqueo automático ante agresiones. Todo, incluida la instalación, 1.600 €;Fichet-Atocha Seguridad.