Cuando conozcas todas las formas en las que puedes utilizar tu protector de labios, no vas a querer despegarte de él. Garantizado.
1. Para disimular los rasguños en el calzado. Protegen y cubren el aspecto deteriorado en algunos tipos de tejido como el cuero.
2. Cuidan del rostro. Y no sólo de los labios. También actúan como protección solar, bloqueando la radiación UV para cuidar de manchas especialmente delicadas. Eso sí, nunca lo utilices en el contorno de los ojos.
3. Alivian las picaduras de mosquito, roces o pequeñas lesiones superficiales. Calman la irritación y regeneran las células.
4. Sirven para hacer velas. ¿Cómo? Introduciendo una cuerda o una cerilla en aquellos que son de barra. Lo sujetan y son soluciones perfectas para emergencias.
5. Sirven de lubricante. Muy útiles, por ejemplo, para aplicar en cremalleras o tornillos que están atascados.
6. Para el pelo. Actúan de producto 'anti-frizz' en cabellos rizados o encrespados. Basta con aplicar un poco en el cepillo y peinar. Perfecto en ambientes húmedos.
7. Para ampollas. Frota la lesión con bálsamo labial y verás como alivia.
8. Para peinar tus cejas. Acaba con los pequeños pelitos rebeldes. ¡Como una laca de cejas!
Fotos: H&M Beauty / Weleda