Los arcos, bóvedas y muros de piedra del restaurante se conservaron en lo posible para recuperar el encanto original de la masía.
Al igual que el suelo de barro, tosco e imperfecto, que acentúa el carácter rústico del lugar. Los encargados del restaurante, Vicenç Fajardo y Mònica Farré, hacen el resto, con sus exquisitas creaciones culinarias.