Un hotel cerca de Tarragona

Ubicado en un convento del s. XVIII, el Hotel Gran Claustre ofrece el sosiego de otros tiempos y las comodidades de hoy.

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El hotel se encuentra en pleno casco histórico

del pueblo de Altafulla, ubicado en un convento del siglo XVIII y tan sólo a un paso de los edificios más característicos de esta población. Plano de acceso >

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Los elementos de estilo rústico conviven con otros muy actuales en los cuartos de baño.

Aquí, por ejemplo, se apostó por azulejos artesanales para las paredes combinados con una encimera volada de mármol y sanitarios de diseño, como el lavabo y la grifería cromada, ambos de venta en STC. Plano de acceso >

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La estructura original del edificio

se mantuvo tras la reforma, así como sus amplios balcones, sus arcadas, las vigas de madera de los techos, etc., creando agradables rincones de sol y sombra. Plano de acceso >

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Desde la recepción se accede al restaurante Bruixes de Burriac

revestido y decorado en los mismos tonos que el hotel. En la recepción destaca la mezcla de colores que evocan los tonos del mar y de la tierra junto con los muebles recuperados, y las vigas vistas de madera. Plano de acceso >

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El restaurante se decoró en tonos cálidos

con paredes pintadas al estuco y suelos de barro natural. Las vigas del techo se dejaron a la vista, aunque pintadas en azul. Sirven de soporte a los modernos focos que iluminan las mesas. También se respetaron las hornacidas existentes que ahora muestran piezas de antiguas vajillas. Plano de acceso >

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La decoración del restaurante

combina revestimientos rústicos con muebles modernos y telas de estilo actual. Una combinación que se refleja también en su carta: alimentos y productos característicos de la zona y convertidos en platos dignos de los paladares más exquisitos. Plano de acceso >

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En el antiguo patio

se instaló una piscina espectacular rodeada de altos muros que la alejan de miradas indiscretas. Alrededor de la piscina se colocó un suelo de madera de teca, muy moderno y agradable para pisar descalzo ya que es suave y no se calienta con el sol. Las palmas en macetas de terracota ponen un toque refrescante en este patio interior. Plano de acceso >

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Los elementos constructivos

protagonizan la decoración de algunas habitaciones; como en este caso, donde un murete de obra a media altura actúa como cabecero y a la vez de separador entre la zona de descanso y la de trabajo. Los arcos del techo, muy típicos de esta zona, también se respetaron. Plano de acceso >

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Algunas habitaciones

disponen de una pequeña zona de trabajo, así como de todos los adelantos necesarios para los huéspedes que necesiten llevar a cabo alguna tarea durante sus vacaciones o, para los que estén en el hotel por motivos laborales. Entre los servicios incluidos disponen de conexión a Internet. Los muebles fueron en su mayoría adquiridos en ferias, almonedas y mercadillos de la zona y restaurados por el Estudio Olatz. Plano de acceso >

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El espacio destinado a cada habitación

es totalmente diferente debido a la distribución del antiguo edificio, muy irregular. Una característica que ayudó a personalizar todas las estancias y que permitió incluir en algunas de ellas una confortable zona de estar o un rinconcito de lectura. Las telas y tapicerías son de la firma Pepe Peñalver mientras que la confección la llevó a cabo la firma Cortinova. Plano de acceso >

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Para llegar al hotel Gran Claustre desde Tarragona

se toma la A-7 hasta la salida 32, donde se coge la variante Torredembarra hasta Altafulla. Ya en el pueblo, se continúa por Marqués de Tamarit, y se gira a la derecha por Traginers hasta la calle De Les Bruixes; en la primera intersección se continúa por Sant Antoni y se gira en la primera a la derecha para llegar a la calle del Cup, donde está el hotel.

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