La Casa Granero
La Casa Granero, situada en Rascafría, ofrece habitaciones muy acogedoras y un ambiente tranquilo y familiar en pleno valle del Lozoya.

En el casco urbano de la localidad madrileña de Rascafría, en pleno valle del Lozoya y a sólo diez minutos de las pistas de la estación de Valdesquí, se encuentra Casa Granero. El edificio siempre había pertenecido a una familia del pueblo, pero sus propietarios lo mantuvieron cerrado hasta que, recientemente, decidieron transformarlo en un alojamiento rural. Para recuperarlo fue necesario emprender una intensa reforma que, gracias al trabajo en equipo de los arquitectos José Manuel Sánchez Serrano, Mireia Aragonés Riu y del interiorista Vicente Serrano, tuvo unos resultados excelentes. De común acuerdo recuperaron los elementos arquitectónicos tradicionales, como los muros de carga de piedra y ladrillo visto o las vigas de madera del techo. La estructura del edificio se tuvo que reforzar en algunos puntos con vigas de hormigón, pero éstas se forraron con pino para integrarlas mejor en la decoración.
La carpintería original se recuperó, salvo en las ventanas que, debido al paso del tiempo, se encontraban en mal estado. Para sustituirlas, se encargaron diseños a medida inspirados en los característicos de la zona, todos con contraventanas de madera. Para pavimentar el suelo optaron por Pergo en las habitaciones, muy cálido, y por un gres que imita pizarra en la recepción —sometida a más desgaste— y en las zonas expuestas al agua o las manchas, como los cuartos de baño y el comedor. Uno de los objetivos clave de la reforma fue lograr que la luz natural inundara todos los rincones. Por eso realizaron una escalera con peldaños de hierro y cristal, y quitamiedos también de vidrio para no obstaculizar el paso de la luz desde las ventanas.
La decoración fue otro de los aspectos que más se cuidó para lograr que el visitante se encuentre tan cómodo como en casa. Por eso, las ocho habitaciones que ofrece Casa Granero disponen de una pequeña zona de estar, chimenea y cuarto de baño completo. Además, cuentan con detalles prácticos —como microondas o nevera—, para hacer más agradable la estancia. Por las mañanas, en el comedor —amueblado con una única mesa situada en el mismo espacio que la cocina, lo que potencia el ambiente familiar buscado por sus propietarios— se puede degustar un delicioso desayuno tipo bufé a base de pan con aceite, jamón, lomo y otras delicias. Tras saborearlo, el visitante se encontrará con ánimo suficiente para recorrer los monumentos de la zona, como el monasterio de El Paular, pasear por el valle del Lozoya —en Casa Granero proporcionan guías con rutas para caminar con niños— pescar en sus ríos, hacer montañismo o disfrutar de las pistas de nieve de Valdesquí. De regreso, en el salón, decorado con materiales cálidos, podrá leer o comentar sus experiencias con los demás huéspedes. Pero si lo que se prefiere es descansar en intimidad, nada como relajarse en el estar de la habitación, mientras se contempla el crepitar del fuego en la chimenea.
EXCURSIONES Y VISITAS
Acércate al monasterio de Santa María del Paular, una de las cartujas más antiguas de Castilla, y no te pierdas su claustro gótico. Visita, también, la iglesia de San Andrés Apóstol, del siglo XVI, y la ermita de la Virgen de la Peña. Además, Rascafría se encuentra en el valle del Lozoya, y en la zona se puede pescar, practicar senderismo (en el hotel proporcionan guías con rutas para pasear con niños) o subir a la estación de Valdesquí para deslizarte por la nieve.
Dirección: Del Río, 4. Rascafría (Madrid).
Teléfono: 606 362 561.
Web: www.sierranorte.com/casagranero
Habitaciones: El alojamiento rural dispone de 8 alojamientos con capacidad para dos o cuatro personas. Cada uno de ellos cuenta con zona de estar con chimenea, cuarto de baño completo, televisor, frigorífico y microondas. La estancia incluye desayuno, pero Casa Granero no proporciona comidas ni cenas. Los precios se fijan por fin de semana, por lo que incluyen dos noches.