La fachada del hotel Carpenter no podría ser más llamativa. La curiosa disposición de las letras de estilo retro que anuncian su presencia y su construcción a base de ladrillos, piedra y metal, nos transportan directamente a los años setenta. Un ambiente nostálgico que encaja a la perfección con la actividad cultural de este alojamiento ubicado en el barrio más histórico de la capital de Texas, Austin.
El proyecto del hotel fue llevado a cabo por el equipo de Specht Architects; con interiorismo de Jen Turner, de The Mighty Union; y paisajismo a manos de Pharis Design. Todos ellos con un objetivo común: crear un edificio que se ajustase al ambiente del vecindario, uniendo lo antiguo y lo nuevo.
En la zona exterior, la arquitectura se fusiona con la naturaleza entre imponentes nogales y muros de ladrillos, creando un jardín de lo más curioso.
Junto al hotel, un pabellón con tejado ovalado reposa al lado de la piscina, ofreciendo un espacio ideal para comer al aire libre, manteniéndose a resguardo.
Situados aparte del edificio principal, el restaurante y el lobby ocupan un antiguo local de estilo mid-century y el interior es, sencillamente, alucinante.