El hall es la primera impresión que nuestros invitados reciben de nuestro hogar, de ahí la importancia de hacer de la entrada un espacio tan funcional como bello y acogedor.
COSTUMBRES
El recibidor tiene que ser un espacio que invite a entrar y a sentirse acogido pero, sobre todo, tiene que ser práctico y ajustarse a tus hábitos. Así, si tienes la manía de entrar en casa y dejar las llaves, coloca una consola, balda o
estantería de pared. Si, además, necesitas sitio para guardar, un mueble con cajones es la mejor opción. Si al llegar a casa eres de los que se pone cómodo y se descalza, en tu hall no puede faltar un zapatero y un banco a modo de descalzadora, como en este recibidor.
Buenas compañías: Una vez que tienes la pieza principal, es el momento de elegir los accesorios. Coloca un perchero de pie o de pared para colgar los abrigos; un espejo para ganar amplitud visual; una alfombra que delimite espacios; una lámpara para crear espacios cálidos y un práctico paragüero para los días de lluvia. Se trata de decorar, pero sin agobiar.
Decora con plantas: Transmiten alegría, aportan frescor y combinan con cualquier estilo. ¡Ideales!
EL TAMAÑO IMPORTA
Si en tu hall escasean los metros, combátelo jugando con los colores, luces y decoración. Elige modelos de líneas sencillas y rectas que amplíen visualmente el espacio, como baldas voladas, estanterías colgadas, o consolas estrechas. Con 20 cm de ancho podrás apoyar llaves y cartas y recuerda respetar los 90 cm de paso. Pinta las paredes en tonos claros y neutros, unifica bien estampados y usa espejos que multipliquen la luz.
Juegos de formas. ¿Tu recibidor es de tipo pasillo? Píntalo de colores claros, pon un único mueble en la parte más larga, usa alfombras pasilleras y cuadros a lo largo del recorrido. Pero si es un recoveco o rincón, cuelga una balda, perchero o estantería de la pared y si es muy estrecho, suspende un mueble con poco fondo y en el mismo color que la pared.
Si usas la bici para desplazarte, aprovéchala para decorar y solucionar un problema de almacenaje.
¡ILUMINADOS!
Los recibidores suelen carecer de luz natural, por lo que deberás prestar especial atención a la iluminación artificial. Se trata de crear ambientes amables y que te ayuden a modificar la percepción del espacio. Coloca focos empotrados y apliques en la pared que se dirijan hacia el techo y paredes para ganar amplitud. Acompaña la luz general con alguna lámpara de sobremesa apuntando hacia el techo o con pantallas que suavicen la luz, como en este recibidor.
Intesidad. Es mejor elegir halógenos o luces leds y descartar las bombillas de bajo consumo, porque en el recibidor necesitas una iluminación inmediata
y no que tarde un tiempo en coger intensidad. Instala bombillas con luz cálida, de color amarilla, ya que esta temperatura de tono es interpretada por el ojo como un momento de relax y calidez.
Ambiente natural: Consíguelo con pantallas de lámparas de sobremesa de rafia, pergamino o papel.
CUESTIÓN DE ESTILOS
La entrada establece el tono decorativo del resto de la casa. Si en tu hogar
reina un estilo rústico, pon un banco de madera natural, una alfombra de yute y un espejo con marco de madera. Si te gusta más lo clásico, coloca un mueble de
madera, butacas tapizadas y espejos con marcos labrados. Y si prefieres un aire ecléctico, elige una consola de metal, espejos redondos y complementos naturales. Para un estilo nórdico, opta por muebles blancos de líneas sencillas y rectas.
Orden. En espacios reducidos y de mucho tránsito es importante una buena organización. Busca muebles con cajones y materiales opacos, para guadar zapatos y papeles, y con puertas de cristal y estanterías, para lucir tus piezas más especiales.
Hueco bajo la escalera. Juega con las alturas y usa la zona más alta para colgar prendas; la baja, para bolsos y zapatos. Los modelos con doble función resultan ideales.