Cabeceros diferentes

Este es un diseño compuesto por pétalos de algodón superpuestos, que cubren un bastidor textil. Pertenece a la colección Testa headboard, de Nani Marquina, y mide 2 x 0,85 m.

Sobrio, tapizado en capitoné con piel sintética blanca es una opción para dormitorios clásicos y actuales. Un plus de sofisticación: sus orejas, también acolchadas. Modelo Cosy, de Maisons du Monde, con estructura de pino. Tiene unas medidas de 1,87 x 0,29 x 1,42 m (399 €).

En púrpura, su intensidad cromática lo convertirá en punto focal del dormitorio. La cama, de Sancal, con un cabecero acolchado muy elegante, es totalmente desenfundable y está disponible en varios colores y medidas; incluye somier (desde 1.437 €).

Cambia el chip, demuestra tu creatividad con este cabecero, formado por paneles hexagonales tapizados. Hay múltiples opciones de diseño, variedad de colores y medidas. Paneles Tea, de la firma Sancal; se comercializan en juegos de tres y siete hexágonos (197 y 437 € aprox.).

Las flores en relieve y el respaldo algo curvado crean un juego de sombras, que da a esta cama un encanto especial. Modelo Cameo, de la firma Ciacci Kreaty, con tapicería en piel sintética en varios colores; para colchones de 1,60/1,80 x 2 m (4.140 € aprox.).

Fotografías y cuadros, de diversos formatos y con molduras diferentes, decoran la pared. Se apoyan sobre un diseño en blanco, a medida, que se adapta al pilar de construcción. En una composición así son los complementos los que destacan sobre una base que apuesta por la simplicidad y el minimalismo. Un fondo de 20 cm es suficiente para colocar ademas dos lámparas de lectura. Cuadros, de Oleada. Fotografías, de María Gorbeña. Es una idea del Estudio Telone.

Toda una pared de este material orienta la decoración de un ambiente hacia un estilo rústico. Sin embargo, es posible crear una composición actual que se enriquezca con este acabado como elemento ornamental. Un panel enfoscado siluetea la cama a modo de cabecero con un matiz de diseño urbano. El éxito de esta propuesta de las decoradoras Sofía Pernas y Micaela Neira reside en la natural convivencia de estilos: el vano que se ha abierto en un lateral, aprovechado para crear una mini librería con estantes de madera, junto a una mesilla ligera en metal y un moderno aplique de pared.