Un dormitorio abuhardillado

¿Quieres convertir una habitación abuhardillada en un cálido dormitorio? Realiza un zócalo de rafia rematado por una moldura de madera blanca y juega con estos materiales para que todos los muebles queden integrados.

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Fibras vegetales

Logra una decoración natural y equilibrada con fibras vegetales. Así lo hicieron las interioristas Sofía Pernas y Micaela Neira, quienes escogieron rafia teñida en verde tanto para realizar el zócalo como para cubrir el frente de la mesilla y los armarios. Éstos se realizaron a medida en la zona abuhardillada; los más bajos, que quedan al lado de la cama, no llegan hasta el techo y, de este modo, se puede aprovechar la zona superior para dejar pequeñas cajas. Armarios, de Ebalonvi. Ropa de cama, de Casa Alvarinho. Baúl, de Main Outlet.

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Aprovecha el espacio que queda bajo el techo abuhardillado con armarios a medida.

Distribuye las ropa según las distintas alturas. Reserva el módulo más bajo para instalar un zapatero; organiza los centrales con cajoneras y barras para colgar camisas y chaquetas; y guarda las prendas largas en los más altos. Estos últimos puedes dividirlos en dos niveles y utilizar el superior como maletero.

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La madera es un material muy cálido, por eso resulta perfecto para el dormitorio.

Coloca unas alfombras a los lados de la cama. Si te gustan las de fibra, elígelas de sisal o yute, pues son las más suaves. Estera de sisal, de Manuel Lamarca.

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Renueva el aspecto de tu armario

Si no quieres cambiar las puertas, píntalas de blanco -un color visualmente muy ligero-, y sustituye los viejos pomos por modelos más actuales y originales. Pomo de cerámica decorada en La Nave de Pórtico.

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Ropa de cama

Recuerda que la ropa de cama también debe ser agradable al tacto. Sábanas en Casa Alvarinho.

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¿Necesitas más espacio de almacén?

Sustituye la mesilla por un arcón. En este caso, se recuperó un mueble viejo y, para integrarlo en la decoración, el frente se revistió con la misma rafia del zócalo. Rafia teñida en verde, Abaduila de Manuel Lamarca.

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Sitúa lámparas de mesa sobre algunos muebles del dormitorio, como las mesillas o la cómoda.

Elige un pie decorativo y una pantalla traslúcida que permita el paso de la luz. Lámpara en Savannah.

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Consigue mayor sensación de amplitud con los revestimientos.

En lugar del tradicional cabecero, realiza un zócalo de rafia y cubre el resto de la pared con un papel pintado con discretos estampados. Papel pintado, de Designers Guild en Manuel Lamarca.

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El zócalo

Rafia. Se trata de una fibra resistente que se obtiene de palmeras de origen tropical. Es económica, muy decorativa, y además, gracias a su flexibilidad, se adapta fácilmente a esquinas y rincones. Fibra de rafia en La Casona.
Bolon. Este material vinílico imita el aspecto de las fibras vegetales, y está disponible en una amplia gama de colores. Se limpia muy fácilmente. Existe un tipo de Bolon especifico para revestir paredes, con un grosor mucho menor. Bolon Twin.
Papel japonés. Su textura rugosa, además de disimular las imperfecciones de la pared, contrasta con la superficie lisa de los muros. Su acabado es muy natural, y se comercializa en varios tonos. Papel japonés, de Omexco en La Casona.

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En este dormitorio abuhardillado, se reservó la parte más alta para ubicar la cama y una mesilla.

En la zona donde la inclinación del techo es mayor se realizaron varios armarios a medida con puertas correderas.

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