La cama, ni verla
Los expertos en técnicas de optimización del estudio aseguran que el escritorio se debe situar de forma que, una vez sentado ante él, no se tenga una visión directa de la cama. Así se evita la tentación de abandonar la tarea para ir a echar una cabezadita; en especial, si se trabaja de noche. Cama Leirvik, en 1,68 x 2,09 x 0,98 m (99 €); tocador Hemnes, en 1 x 0,50 x 1,59 m (199 €) y cómoda Hemnes (249 €). Todo, de Ikea. Si tu idea es integrar el escritorio, busca un acabado similar, bien a la carpintería -armarios, puertas y ventanas-, bien a la pintura de la pared en la que vayas a adosar la mesa. Por el contrario, si prefieres que destaque, opta por un modelo en un color que contraste con el ambiente.