Antes de desprenderse de un mueble
es importante valorar si es posible recuperarlo para darle un uso diferente. Por ejemplo, una alacena vieja de cocina se puede transformar en un armario para guardar la ropa de casa. Con unas manos de pintura y unos tiradores actualizados, quedará tan renovada que se convertirá en la protagonista del ambiente donde la ubiques. La de la foto es de Sugesa.